Inicio Los mundos posibles Argentina 1985 apuesta a contar el Juicio a las Juntas en clave de cine nacional

Argentina 1985 apuesta a contar el Juicio a las Juntas en clave de cine nacional

El guionista Mariano Llinás destaca que junto a Santiago Mitre decidieron" ir adelante con las armas del cine, producir escenas, situaciones, que no tengan ver, necesariamente, con una ilustración".

Argentina 1985, película protagonizada por Ricardo Darín y Peter Lanzani, está inspirada en la historia real de los fiscales Julio Strassera y Luis Moreno Ocampo, responsables de investigar y enjuiciar a la cúpula de militares que presidieron la dictadura militar más sangrienta de la historia argentina. El film llega a los cines locales el próximo 29 de septiembre.

Mariano Llinás, director de cine y guionista, considera que darle a la película un tono de época "se logra mediante el cine, creyendo en el cine, en la idea de hacer algo que está en la memoria del pueblo, y a diferencia de cuanto trabajás en la ficción absoluta, al espectador acá le estás mostrando un mundo y ya tiene idea de ese mundo, está lo que cree que sabe y lo que espera, y por otro lado está la historia, las imágenes históricas".

"Uno puede tender a 'apichonarse', qué hacemos frente a esto, a querer copiar la realidad y lo que lo hemos elegido esta vez es bastante fiel a la realidad, es ir adelante con las armas del cine. Producir escenas, situaciones, que no tengan que ver necesariamente con una ilustración casi escolar de hechos históricos porque ahí donde fracasan las películas históricas, cuando no se permiten la libertad de hacer cine", reflexiona el guionista en Los mundos posibles.

Sobre su trabajo en la construcción del guion cuenta que "no es siempre igual, cuando escribo los guiones puedo tomar las decisiones, me voy lejos, me equivoco, pero cuando trabajas en un guion por encargo o una película industrial estás trabajando con limites, de movida estas escribiendo algo que va modificar otro".

"Cuando viene Santiago Mitre con la propuesta, nos conmueve a los dos y empezamos a tener ideas muy fantasiosas que mezclaban el género, que la historia era encarada como una novela de espionaje y ahí apareció Axel Axel Kuschevatzky que en este caso fue un productor a la antigua, llego y dijo 'No, hay que hacer una película sobre el juicio y nada más', y eso fue muy liberador, hagamos una película de cine nacional, sobre la dictadura, sobre un hecho real", destaca.

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