Entrevista a Nadia Quantrán, integrante del Observatorio de Medios, Comunicación y Género de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social (UNLP).
Nelly Gamboa en el juicio que tuvo lugar el año pasado donde se condenó a Diego José Cadícamo |
Sandra Ayala Gamboa tenía 21 años cuando llegó a La Plata desde Perú en octubre de 2006, con la intención de graduarse como médica pediatra. Tres meses después, el 22 de febrero de 2007, fue encontrada sin vida sobre el piso del ex archivo del Ministerio de Economía, que estaba siendo refaccionado. Habían transcurrido seis días desde que había llegado a la puerta del edificio provincial junto a Walter Silva, el hombre que le presentó a su violador y asesino bajo el argumento de una supuesta entrevista de trabajo como niñera. Durante la semana posterior al asesinato entraron al edificio en obras cinco personas: el arquitecto Alberto Lucio Castillo, el maestro mayor de obras Luis Batteria, el electricista Luis Vega y finalmente el técnico Horacio Alfonsín junto a un herrero. Recién un año después la Fiscalía les tomó declaración. Todos aseguraron no haber visto el cadáver ni algún elemento que les resultara sospechoso.
Seis días después de la desaparición de Sandra, el 22 de febrero, Marcelo Argañaraz, teniente bombero del Ministerio de Economía de la provincia de Buenos Aires dio con el cuerpo sin vida de Sandra Ayala Gamboa.
El año pasado, Diego José Cadícamo fue condenado a prisión perpetua con reclusión por tiempo indeterminado por la violación y asesinato de Sandra Ayala Gamboa y en 7 causas más por violaciones. Sin embargo, en ese mismo proceso, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 5 de La Plata, desestimó el pedido del abogado patrocinante de la familia Gamboa respecto del pedido de ampliación de la causa para investigar a las personas que entraron al edificio mientras que el cadáver de Sandra permanecía en las instalaciones.