Uno de los mayores expertos en el estudio y análisis de las prácticas genocidas, en Radio Futura, asegura que "el repudio a la dictadura tuvo un nivel de amplitud y transversalidad enorme en estos 40 años, es novedoso y preocupante que un gobierno decida excluirse de ese consenso".
“Me llamó la atención los días previos (al 24 de marzo) que mucha gente que hacía años que no iba a la marcha u otros que no habían ido nunca, decidieron movilizarsel. Eso fue un dato significativo producto de lo que pasado en los últimos meses”, destaca Daniel Feierstein, sociólogo e investigador del CONICET.
En cuanto al video oficial del Gobierno Nacional titulado “Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Completa”, el entrevistado remarca que “en la postura gubernamental, que se puede ver en dos niveles, es la primera vez en la historia argentina, desde el fin de la dictadura, que un gobierno no hace una condena explícita del golpe de Estado”.
“En las características de ese spot, que mezclan testimonios muy distintos, uno quizá el más respetable, el de la hija del capitán Viola. Llama la atención que lo hayan hecho un 24 de marzo, porque es un hecho que no se vincula a la dictadura, ni siquiera temporalmente, porque ocurrió más de un año antes”, analiza en charla con Los Mundos Posibles.
Otro de los testimonios fue el de Taya Yofre, pero Feierstein remarca que “es una figura que tiene fuertes lazos con lo que fue la experiencia genocida, también vínculos familiares, con las propias estructuras, una persona que durante el menemismo estuvo a cargo de los servicios de inteligencia y hace rato viene desarrollando esta mirada reivindicadora de los genocidas”.
“Ese repudio a la dictadura tuvo un nivel de amplitud y transversalidad enorme en estos 40 años. Es novedoso y preocupante que un gobierno decida excluirse de ese consenso, el repudio y la condena a peor tragedia que hemos vivido en la historia argentina”, asegura.
Sobre la discusión de qué debe hacer el Estado -si penalidades o no ante discursos negacionistas- considera que “no es un tema penal, es un enorme error. Todos los que consideraron ir por ese camino terminaron produciendo el efecto contrario que querían, la disputa por la caracterizaciones del pasado no es algo que le corresponda al Derecho, salvo a lo que hace en juzgar a los responsables de esos hechos".
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