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Octubre amarillo, un relato desde la ficción sobre los crímenes de Barreda

A 30 años del cuádruple femicidio en el que el odontólogo platense asesinó a su familia, la Editorial Mil Botellas reeditó “Octubre amarillo”, la novela donde Gabriel Báñez, abordó en clave esotérica un hecho que conmovió a todo el país.

Foto: Telam

El 15 de noviembre de 1992, en pleno centro de La Plata, Ricardo Barreda mató a su a sus hijas, su esposa y su suegra en la vivienda que compartían. Dos años después el escritor y periodista platense, Gabriel Báñez publicó la novela donde de manera ficcional, repaso un hecho que marcó un precedente en la historia criminalística del país.

“Báñez hace ficción con un hecho que conmocionó a la ciudad y lo hace de una manera muy original, esquivando el realismo crudo y policial que podría haber tenido la novela y construyendo un relato a partir de un testimonio paralelo, donde le hace decir a esa parasicóloga y amante de Ricardo (Barreda nunca es nombrado en la novela) lo que me parece que está pensando Gabriel”, dice el editor Ramón Tarruella en Cacodelphia.

“Es muy interesante pensar como armó ese testimonio, que claramente es ficcional, porque no existe la entrevista a esa mujer, que deja entrever a partir de conceptos muy originales, cierto conocimiento de Gabriel sobre la psiquis de los criminales”, completó el editor responsable de Mil Botellas.

La novela recientemente reeditada por la editorial platense, y que resultaba casi imposible de conseguir, comenzó a salir en folletines en La Plata12, la versión que el diario porteño Pagína12, tenía entonces en la ciudad. “Luego Almagesto, una editorial rosarina realizó en 1994, una edición muy acotada”, recuerda el escritor.

“Se trata de una novela que además de dar cuenta de un caso que sacudió a la sociedad, nos presenta una mirada muy interesante de los años ‘90, ya que se editó por primera vez, en pleno menemismo, en pleno fuegos de artífico mediático”, suma.

El diseño de la tapa y la contratapa del libro estuvo a cargo de Martín Azcurra quien trabajó sobre unas fotografías tomadas por Carlos Sahade de la casona en la que Ricardo Barreda asesinó con una escopeta a toda su familia. “Desde el arte gráfico buscamos sentar posición frente a ese crimen y dar cuenta de ese modo como las nuevas generaciones a través del movimiento feminista intervinieron en el caso”, expresa Tarruella.

La cultura argentina está atravesada por esa cosa del título, eso de M'hijo el dotor, como lo planteaba aquella obra de teatro de principio del siglo XX, y que apelaba a cierto imaginario del ascenso social que daría tener un título. Y eso es muy propio de nuestra sociedad. Por eso Barreda fue siempre para los medios hegemónicos el odontólogo Barreda. De ahí que en la tapa del libro aparezca la palabra asesino y en la contratapa el nombre de Barreda”, explica y agrega que “Fue también una forma de posicionarme como editor frente a la situación, porque quizá si la novela se lee de una manera desprevenida, se puede pensar que es una especie de justificación del hecho y que en realidad claramente no lo es”.

Gabriel Báñez nació en La Plata, en 1951, y se suicidó en la misma ciudad en el 2009. Es autor de las novelas “Parajes” (1975, Primer premio provincial de novela Roberto J. Payro), “El capitán tresguerras fue a la guerra” (1980); “Hacer el odio” (1984); “Góndolas” (1986); “El curandero del cuarto oscuro” (1990); “paredón, paredón” (1992); “Los chicos desaparecen” (1993); “El circo nunca muere” (1992); “Virgen (1997); “Cultura” (2006) y “La cisura de Rolando” (2008, primer premio de Novela Letra Sur). Publico relatos en antologías de Argentina y México. Tuvo a cargo el suplemento cultura del diario El Día y dirigió el sello La Comuna Ediciones. Dos de sus libros han sido adaptados al cine, “Los chicos desaparecen” y “Hacer el odio”. En el 2017, La Comuna Ediciones edito “Jitler”, su novela póstuma. “Octubre amarillo” salió por primera vez en 1994 y es el tercer título del autor editado por Mil Botellas.

La literatura de Gabriel Báñez se conoce hoy más en Buenos Aires que en La Plata y, sin embargo, fue el primer escritor mediático de la ciudad, que editó en Sudamericana y que tuvo mucha presencia en los medios (...) Hoy toda su obra está disponible y es raro que otras editoriales no lo hayan editado”, resalta.

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