La normativa impulsada desde el Frente Para Todos para gravar la riqueza ya obtuvo media sanción en Diputados y ahora se espera su tratamiento en sesiones extraordinarias.
La economista Natali Risso se enlazó vía telefónica con el aire de #FuturaEnCasa donde compartió su mirada sobre el proyecto de Ley para un Aporte Solidario de las grandes fortunas que se está debatiendo en el Congreso: “El Senado dio dictamen de comisión sin ningún tipo de cambios con respecto al proyecto que obtuvo media sanción en Diputados, se espera que en las próximas semanas pueda convertirse en ley porque en el Senado ya se cuenta con los votos necesarios, hay que ver cuándo se trata, si se trata en sesiones extraordinarias o un poco más adelante, pero debería sancionarse próximamente”.
“Si vamos expresamente a lo técnico este proyecto no es la salvación ni una revolución social, para nada, pero no deja de ser un aporte que no es sólo simbólico sino también económica y técnicamente, para tener una dimensión, con este aporte, que sólo lo pagan unas 12.800 personas, se podrían financiar hasta tres rondas del IFE, que lo reciben alrededor de 9 millones de personas, o sea, con el aporte del 0,03% de la población más rica se logra sostener el poder adquisitivo del 20% de la población más pobre”, detalló Risso.
Uno de los puntos trascendentales que se desprenden de este proyecto, tiene que ver con la campaña mediatica que se realizó para presentarlo como un impuesto: “Ni siquiera se habla de un impuesto sino que es un aporte por única vez, por esta situación de emergencia, y que tiene también asignaciones especificas como subsidios a las pymes, becas para el plan Progresar y gastos en salud”.
A modo de conclusión, Risso explicó que “es un debate que se empezó a dar de manera entre todos los organismos internacionales desde que empezó la pandemia, se empezó a aconsejar esto de tributar a los ricos en pos de financiar todos los gastos que se están dando por la pandemia y el impacto que genera esta crisis, hay iniciativas similares en países tanto de Europa como de América Latina, la diferencia es que en general las propuestas son lideradas por partidos opositores mientras que en Argentina, y algunos otros países, la promueve el oficialismo y lo rechaza la oposición”.
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