Los resultados del plebiscito revelan que un 78,2% del electorado dijo si a elaborar una nueva constitución que desplace la que impuso el dictador Augusto Pinochet en 1980.
El lonko Juan Pichún, de la comunidad mapuche de Temulemu en Chile, se enlazó vía telefónica con el aire de #FuturaEnCasa donde compartió la alegría popular frente a los números arrojados por el plebiscito que decidía sobre las propuestas de "aprobar" o "rechazar" la reforma de la constitución impuesta durante los años de la dictadura pinochetista: “Fue un triunfo abrumador, la gente vio en este acto democrático sepultar una Constitución anti-democrática, que fue creada en la historia oscura de este país como fue la dictadura, es un momento esperanzador donde participó mucha gente que con un lápiz terminó sepultando la era de Pinochet”.
Pichún también se refirió a las palabras que brindó el actual presidente Sebastián Piñera al darse a conocer los resultados del referéndum, arrobándose el triunfo del "apruebo" pese a las críticas y la represión que desató sobre las movilizaciones populares durante los últimos doce meses: “Todos los políticos celebraron este triunfo pero este triunfo no le pertenece a ellos sino que le pertenece al pueblo, aquellas personas que perdieron el ojo, aquellas personas que quedaron invalidas, aquellas personas que perdieron su vida por ponerla a disposición de este cambio”.
“Es el pueblo el que ganó, no son los políticos, no son los partidos, no fue Piñera quien ganó en esta oportunidad, ganó el pueblo que salió a las calles todos estos meses a pedir justicia, a pedir una mejor vida, una educación gratuita, una salud de calidad, esa fue la gente, la gente hoy día se merece celebrar, son ellos quienes fueron los grandes ganadores”, expresó el lonko.
A modo de cierre, Pichún se refirió a la posibilidad de un reconocimiento estatal a los derechos del pueblo mapuche sobre la tierra en territorio chileno: “Lo más probable es que el reconocimiento constitucional esté plasmado, pero no garantiza todos los derechos que nos corresponden históricamente. En muchas partes de Latinoamérica los pueblos originarios están reconocidos constitucionalmente pero no necesariamente están garantizados sus derechos consuetudinarios, si van a garantizar nuestro perfecto, eso nos acerca un poco más al regreso a nuestro territorio”.
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