Los dirigentes del partido acudirán a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para denunciar los operativos policiales ocurridos en su sede partidaria de la ciudad de Buenos Aires. “Están tratando de construir una campaña de difamación, calumnias y persecución”, aseguran.
El pasado lunes en la sede central del Partido Obrero (PO), en Bartolomé Mitre 2162, de la ciudad de Buenos Aires, se realizó un allanamiento. El operativo se hizo el marco de la causa del juez Sebastián Casanello, que buscaba documentación sobre la editorial Rumbos, perteneciente al espacio, y las cooperativas de trabajo.
“Ellos no tienen ninguna orden de allanamiento para el local del Partido Obrero, sin embargo ingresan. Prácticamente no se llevan nada porque no hay nada vinculado a al causa que supuestamente están investigando”, asegura Guillermo Kane, diputado provincial del PO.
“Al mismo tiempo que esto ocurría, como ya viene pasando con todos estos hechos, están tratando de construir una campaña de difamación, calumnias y persecución política", describe Kane en comunicación con Los Mundos Posibles.
Asimismo el diputado señala que "hay una serie de periodistas vinculados al gabinete nacional y al poder estaban subiendo que era allanado por corrupción", pero que en términos de la causa, "no tiene sentido el allanamiento, es un hecho de intimidación política”.
Sobre porqué el PO es blanco de estos ataques, el diputado cree que “el espacio tiene ganado el odio de gente que quiere hacer una reforma contra los derechos de la clase obrera, de concentración de poder económico en mano de los monopolios internacionales”, y agrega que “expresamos lo más consecuente y permanente de los procesos de organización y protesta en el pueblo trabajador a lo largo de muchos años”.
En una conferencia de prensa, los dirigentes del partido adelantaron que denunciarán esa situación ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
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