A modo de justificación, el ministro Luis Petri aseguró que el área “era un grupo de persecución que hacía macartismo en las fuerzas armadas”.
“Es difícil sostener lo que afirma el ministro, primero porque lo que hacíamos estaba todo amparado en la ley y en el propio ministerio. No es un detalle menor, a las diez personas que echan éramos todos empleados”, describe el historiador Hernán López, uno de los trabajadores despedido del Ministerio de Defensa.
El ministro de Defensa Luis Petri desmanteló el Equipo de Relevamiento y Análisis documental (EryA), que desde 2010 trabajaba sobre los archivos de las Fuerzas Armadas y elaboraba informes solicitados por la Justicia en causas por delitos de lesa humanidad.
“Agarrársela con los empleados es ridículo, además dice que se hicieron seis informes, pero son más de 170, esa es la diferencia. Se entregaron a la Justicia y todo circulaba en los medios correspondientes a la administración pública”, detalla López en Los Mundos Posibles, quien formaba parte de los equipos de relevamiento de causas donde había sobre violaciones a los derechos humanos.
“No creo que Petri estuviera tan al tanto de nuestra función y tarea, se venía complicando nuestro trabajo, el último mes no nos dejaron acceder a los archivos, no teníamos ninguna directiva, en todo el año directamente. Había indicios que no auguraban un buen futuro para los equipos”, señala el entrevistado.
Por último, sobre cómo era el trabajo que realizaba, López cuenta que “viéndolo desde afuera mi laburo era bastante tedioso, pero a mi me encantaba, porque soy historiador, era estar horas frente a documentos, legajos, básicamente lo que hacíamos era responder pedidos de la Justicia, y a partir de eso se reiniciaba, por ejemplo, la reconstrucción de un periodo desde el 76 al 83".
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