La Comisión de Planeamiento del Municipio posterga el tratamiento del proyecto que habilitaba construir sobre el humedal, considerado área protegida. Los vecinos continúan en asamblea para seguir la situación. Luis Arias, concejal del Frente de Todos, clave para frenar el avance.
Vecinos organizados para frenar la construcción sobre el límite del humedal, de 19 y 670, lograron un triunfo para la comunidad del arroyo El Pescado: la suspensión del proyecto que avanzaba sobre el lugar. Destacan que es la primera vez que se logra parar una ordenanza municipal de estas características en el Concejo Deliberante.
“Había una cautelar, que iniciaron los vecinos, que impide el tratamiento de cualquier cuestión, es una medida de no innovar. No puede haber ninguna intervención respecto del humedal, porque se está incumpliendo la ley que declara paisaje protegido esa zona”, recuerda Luis Arias.
"Lo que está sucediendo en la gestión de Julio Garro es que el negocio inmobiliario está depredando la ciudad, el Estado cumple un rol secundario"
En ese sentido, en conversación con Los Mundos Posibles remarca que “el municipio desconoció esa cautelar con este proyecto, y frente a una intimación del juzgado decidieron pasar a un cuarto intermedio y no avanzar, fue por la lucha de los vecinos y la decisión judicial”.
Consultado sobre cómo cree que debería tratarse la ordenanza cuando se retome la discusión, el funcionario dijo que "hay que encontrar un consenso lo más amplio posible para que se cumpla, porque cuando las decisiones no lo tienen son difícil que las cumpla, hay que detener la urbanización de esta zona inmediatamente, no hay que permitir que haya más construcciones sobre el humedal, es el único que nos queda en la ciudad".
En esa línea, destaca su importancia por ser "el único arroyo al que se le puede dar uso recreativo, paisajístico, por eso tenemos que cuidarlo, además cumple un función con el ambiente, y tenemos que cambiar el modo de pensar las cosas en la ciudad, y El Pescado es una oportunidad para hacerlo, respetando nuestra naturaleza y la biodiversidad de esos espacios".
"Lo que está sucediendo en la gestión de Julio Garro es que el negocio inmobiliario está depredando la ciudad, el Estado cumple un rol secundario. Convirtiendo tierra rural en urbana", concluye.
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