La cantora y compositora uruguaya habló sobre su trabajo durante la pandemia, orígenes musicales y sus nuevos proyectos.
Ana Prada, la “sanducera”, es autora de discos como “Soy
sola” (2006), “Soy pecadora” (2009), “Yo no tengo soledad” (2011) y “Soy
otra” (2013). Recientemente presentó la producción especial “8 para el 8M”, donde versiona canciones atravesadas por temáticas de género.
En diálogo con Cacodelphia, la "sanducera" dejó en claro su compromiso con el trabajo y lo mucho que se ve afectado su trabajo en este contexto, no solo desde lo meramente monetario sino también desde lo afectivo, de su relación con el público. “La pandemia nos sacó no solo el pan, del punto
de vista económico, sino también el pan del alma. Esa cosa con la gente, con
el público, el girar, el viajar es un alimento, y realmente se siente mucho…
desde el punto de vista de los artistas en general ha sido muy difícil, porque
nosotros trabajamos con la gente, y cuanto más se aglomere la gente, más
éxito. Exactamente todo lo contrario de lo que necesitamos ahora”, expresó.
La cantautora no observa un futuro cercano en el que la cosa cambie
rápidamente: “se nos vienen tiempos muy difíciles, que tenemos que estar muy conscientes, muy solidarios”.
Al ser consultada por el momento difícil que están pasando los artistas, una vez más mostró su claridad conceptual y solidaridad con el resto del colectivo al que pertenece. “Hay un problema endémico, histórico creo, que no se ha considerado a los artistas como trabajadores. En los últimos años, en Uruguay, se ha organizado un poquito eso de agremiarse, de pertenecer a un sindicato de artistas, que te apoyan, pero no tenemos, ni ahí, los derechos de otros trabajadores que aportan”, resaltó.
Música e infancia
Entrando en sus orígenes y en sus primeros pasos dentro de la composición
musical Ana Prada, encuentra en su Paysandú natal una enorme influencia: “Cuando yo empecé a componer me empezaron a salir unas milongas, unas litoraleñas, y me pregunté, ¿por qué me sale esto? Y ahí me di cuenta lo acollarado a mi infancia que está Paysandú”. También notó influencias de este lado del charco, la Trova rosarina, Charly García, y gran parte del folclore nacional son parte de sus canciones. Ya en Montevideo, toma cosas de la “canción urbana montevideana”, destacando a Fernando Cabrera, Rubén Rada, Eduardo Mateo, entre otros.
Finalmente y como cierre de la nota la cantautora expresó su cariño por
nuestra ciudad, en la que se siente muy querida y respetada. “Yo quiero mucho a La Plata, tienen un público súper cálido. Lo que sucede ahí es único tengo un agradecimiento tan grande que lo que más quiero es tocar ahí, reencontrarme con mi gente de La Plata”, contó.
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