Trabajadores advierten sobre una línea de recorte que opera en favor de los sectores agrarios más poderosos.
El Consejo Directivo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria sesionó en favor de una reducción operativa que ocila entre el 20% y el 25%. En medio de un clima signado por la protesta y el repudio que circuló en las redes, la poda avanza hacia el cierre de institutos y extensiones que dejará a las bases desprotegidas frente a los grupos más concentrados del sector. En un comunicado de prensa publicado por los trabajadores del organismo advirtieron que “el INTA se transforma en un instituto pensado para el campo más concentrado. En su estructura de toma de decisiones, se encuentran las organizaciones gremiales que representan al campo sojero y de terratenientes de la Argentina”.
En diálogo con el equipo de Rap de las Hormigas, Nadia Dubrosky Berensztei , agente de ProHuerta, integrante de la coordinación nacional de Pro-Huerta, refirió que "el ajuste en el INTA empezó hace tres años, durante el Gobierno de Cambiemos sufrimos ajustes importantes en la cantidad de trabajadores y trabajadoras, en el que presupuesto que recibimos, y ayer se terminó votando, a puertas cerradas como siempre sesiona el Concejo Directivo, un ajuste de la estructura operativa que representa entre un 20 y un 25%".
"Este ajuste implica el cierre de agencias de extensión que justamente son las que le dan territorialidad al INTA porque se ubican en distintas localidades de todo el país para garantizar la presencia y ser una vía de acceso y de vinculación directa con los productores de cada región, se cerrarían institutos que abordan la próblematica rural y las políticas públicas desde las ciencias sociales, se fucionarían gerencias y coordinaciones, todo con una clara tendencia que avanza hacia una disminución de la agricultura familiar", graficó Dubrosky Berensztei,
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