En su libro "El legado de Prometeo. Ensayos sobre la humanidad (prehistórica)", el divulgador Francisco Giordano se detiene sobre distintos momentos de la pre-historia para elaborar respuestas a cómo se perfiló la identidad de los seres humanos actuales.
Publicado recientemente a través de Ser Seres Ediciones, El legado de Prometeo. Ensayos sobre la humanidad (prehistórica) presenta una serie de ensayos que explican cómo se forjaron las principales características identitarias del ser humano tal y como lo conocemos hoy. En sus páginas, el antropólogo e historiador Francisco Giordano recorre diferentes momentos y lugares de la historia de la humanidad para ensayar respuestas propias a enigmas universales.
En su cuenta de Instagram: Tutanpanchon, Giordano lleva un tiempo dedicándose a la divulgación antropológica, algunos de los ensayos que componen este libro tienen su origen en Smilodon´t, el newsletter que publica todos los domingos y donde busca dar una explicación a cuestiones tan disimiles como: por qué nos abstraemos mirando el fuego, cómo se explica que tantas personas tengamos los mismos sueños recurrentes o de qué nos reímos los seres humanos, entre otras.
“La razón por la que escribí todo esto es por una pregunta que parece obvia, pero que es muy difícil y es qué son los humanos, y no solo que no lo respondí sino que ahora tengo más dudas que antes, lo cual me parece bien”, introduce Giordano en el aire de Los Mundos Posibles, y explica: “En la antropología se coincide que el Homo erectus fue el primer humano porque era más o menos igual de alto que nosotros y tenemos un cerebro parecido. Ahora, a cualquiera que le preguntes si el Australopithecus era humano, te dice que no, que era más bien como un monito, un poco más alto, más desarrollado. Entonces, si tenemos una especie como el Homo erectus que es considerado humano y el Australopithecus no es considerado humano, qué hay en el medio, qué cambió, porque es muy sutil esa diferencia. Yo me pregunto si hay un momento donde empezamos a ser humanos y para mí la respuesta, o una posible respuesta, es que hay varios momentos y eso es un poco lo que traté de escribir y lo que trato de seguir investigando”.
A modo de ejemplo sobre los ensayos que contiene El legado de Prometeo, Giordano dice que “es un libro entonces que plantea una hipótesis, pero también trae preguntas, para que el lector o aquel que lo lea se quede con alguna inquietud en su cabeza, básicamente diría que casi no plantea ninguna respuesta contundente, no es un libro que dice lo que pasó es esto. Hay cosas que son indiscutibles en términos científicos, como por ejemplo un enterramiento, es un enterramiento que está comprobado, que está demostrado, entonces yo no especulo sobre ese enterramiento, que efectivamente existió, yo especulo con qué significaba, si los enterraban por una cuestión de higiene, era para separarlos del resto, era por una cuestión del olor o era una cuestión de qué. Lo que hago es jugar con hipótesis que ya están descartadas hace muchos años, o que la gente les ha dejado de dar bola, porque esas hipótesis nos permiten pensar, entonces mientras nos permitan pensar para mí sirven”.
Sobre el título del libro, el antropólogo cita un antiguo mito griego: “Prometeo es la historia de un titán, que en el Olimpo se le prohíbe entregarle el fuego a los humanos. Él dice, no, yo quiero entregarle a los humanos porque veo que pasan frío, que no tienen cómo cocinar y si yo les doy el fuego podrían hacer señales de fuego y se podrán comunicar a lo que Zeus le dice: no, no vayas a hacer eso. Y hay una tragedia donde se narra que Prometeo les entrega el fuego a los humanos y a raíz de eso es castigado. El libro todo el tiempo juega con los mitos. Hay un capítulo que tiene que ver con el fuego y qué es lo que hizo el fuego, cómo el fuego cambió a los humanos y cómo nos hizo más humanos, y empecé ese capítulo hablando sobre Prometeo, entonces cuando estaba pensando el nombre del libro me pareció que era bueno y quedó como hilo conductor”.
“Yo siento que Zeus le advirtió Prometeo que no entregue el fuego por alguna razón. El fuego tuvo sus ventajas en un primer momento porque permitió cocinar los alimentos, y hay una relación entre el fuego y el lenguaje porque en la medida que se empezaron juntar a la noche en la fogata también se empezó hablar, y la evolución beneficia a aquellos que hablan mejor y por lo tanto tiene consecuencias en eso, pero aparte de todo, antes del fuego llegaba un momento del día donde tenías que irte a dormir, básicamente porque no podías hacer otra actividad. Ahora con el fuego, se extiende la cantidad de horas, lo que dure la llama y en esa cantidad de horas, la gente no trabaja, sino que se sienta y toca instrumentos, cuenta historias, etc.”, continua el entrevistado en su desarrollo.
Y concluye con una reflexión: “Yo pienso que Zeus le trataba de advertir a Prometeo sobre el sentido negativo al fuego, porque hoy todo lo que nos permitió el fuego como la luz, ya no lo usamos para el ocio y estamos trabajando hasta altas horas de la noche, ya somos como las gallinas que se les pone luz para que piensen que es de día y sigan poniendo huevos. Ya no hay diferencia entre el día y la noche, sino que nos encaminamos hacia un día eterno”.
Giordano también presenta algunos ensayos que no están contenidos en el libro, pero que si forman parte del contenido que comparte en sus redes: “Estas últimas semanas estuve trabajando con el tema de los sueños, qué significan los sueños en la evolución, entonces me interesó una hipótesis que se llama "hipótesis de la simulación de las amenazas", que dice que el sueño básicamente es como una forma de prepararnos para escenarios que podrían pasar sin que corramos peligro real. Un Australopithecus soñaba que lo perseguía un animal muy grande, son cosas que nosotros soñamos hoy, obviamente porque somos esos, porque hay una serie de sueños que son compartidos por toda la humanidad, como el sueño de ser perseguidos, el sueño de volar o el sueño de la muerte de un ser cercano, a mí me parece que los sueños te preparan para escenarios de cosas que podrían pasar y que para los humanos son más complejas de afrontar, tiene que ver con prepararte para un escenario real de la vida”.
Al cierre de esta entrevista, el auto explica cómo se fue armando el camino para llegar a la publicación del libro: “Soy profesor de historia de la Facultad de Humanidades, soy investigador, tengo una beca doctoral y voy pasar muchos años haciendo una tesis doctoral que eventualmente se termina publicando en un libro que quizás lo lee muy poca gente. Y yo me dije voy a hacer algo un poco más relajado, que sea un libro científico, que esté basado en evidencia, pero que sea un ensayo, que no deje de ser un poco mi apreciación personal y científica, pero finalmente personal”, y completa: “Este año empecé a escribir un newsletter que sale todos los domingos con alguna cuestión o discusión, que la escribo entre las 10 y las 12 del mediodía, sobre algo que esté viendo en la semana como los sueños, la comida, el fuego, lo que sea. Empecé a escribir uno todos los domingos hasta que en un momento dije me parece que tengo suficiente para un libro”.
El legado de Prometeo. Ensayos sobre la humanidad (prehistórica) de Francisco Giordano se consigue a través de Ser Seres Ediciones. El libro cuenta con ilustraciones de Tomás Moreno y reseñas de contratapa a cargo de Susana Aguirre y Nathalie Puex.
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