La guerra en Medio Oriente continúa a pesar de una tensa calma entre los países involucrados. Ataques moderados, estrategias y claves para entender una disputa histórica que parece no tener fin.
“En medio de una crisis financiera por una caída del PBI cercana al 10%, ahora Israel depende más que nunca del Tesoro norteamericano para su defensa. En definitiva, lo que podría estar sucediendo es que tanto Netanyahu (Primer ministro de Israel) como Putin estén alargando sus guerras, apostando a que Trump vuelva”, analiza Alejandro Palombo, Licenciado en Ciencia Politca.
“Existe un triángulo, parte de una alianza, a veces más tácita, a veces más explicita, entre Israel y Rusia, por un lado, que incluye a Irán, pero que tiene un fundamento social y geopolítico, hay muchos integrantes rusos que llegaron al Israel desde la caída de la Unión Soviética”, explica en Los Mundos Posibles.
En cuanto al rol de los aliados y los próximos movimientos que puedan suceder, en Medio Oriente, Palombo describe que “la presencia de Rusia en Siria, que es otra guerra muy compleja, difícil de simplificar, y esa venida de los rusos contiene el avance regional de Irán, y eso no les cae para nada a mal, que responden no vendiéndole armas a Ucrania, siempre se negó. Es un matrimonio por conveniencia, no hay mucho más que eso, pero también es cierto que los rusos no quieren que Irán sea más poderoso de lo que es en la región, y a Israel tan mal no le cae”.
"Por más que esto vaya el desescalamiento en el corto plazo, es una guerra no declarada formalmente. los dos están arriba del ring, no tiene marcha atrás. Las tendencias belicistas siguen su cauce"
Consultado sobre la contraofensiva de Israel y la estrategia que pueda llevar adelante a futuro, Palombo considera que “hay muchas especulaciones, lo que decíamos es que iba a responder, pero no se sabía cuándo, ni tiempo ni escala, pero evidentemente fueron respuestas medidas y se cree que tiraron hacia los lugares donde Irán estaría desarrollando su tecnología nuclear, y ellos no afirman ni niegan”.
“Por más que esto vaya el desescalamiento en el corto plazo, es una guerra no declarada formalmente, pero los dos están arriba del ring, no tiene marcha atrás. No la tiene porque como se van a mover los países, no se sabe cuándo puede recrudecer. Las tendencias belicistas siguen su cauce”, concluye al cierre de su columna.
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