Enrique Gandolfo, Secretario General de CTA regional Bahía Blanca y Coronel Dorrego, ofrece una mirada sobre el momento político y económico que se vive en el país, especialmente tras los cambios que se produjeron en el Ministerio de Economía.
En diálogo con Micrófono abierto a les trabajadores, Enrique Gandolfo sostiene que “si alguien podía tener expectativas de que el nombramiento de un Ministro con amplios poderes iba a cambiar el rumbo de las cosas, creo que después de escuchar los primeros cinco minutos de Massa no puede tener dudas de que se viene en el futuro inmediato para los y las de abajo”.
“Si lo primero que dice el Ministro es que hay que cumplir con el déficit fiscal prometido al Fondo Monetario Internacional y a continuación dice que se va a implementar la segmentación de tarifas, es decir, el incremento de la tarifa para los que gasten más de 400kw, está claro que es la continuidad de una política tradicional de ajuste dirigido hacia los que menos tenemos”, expone el Secretario General de CTA regional Bahía Blanca y Coronel Dorrego.
Gandolfo describe un escenario económico atravesado por la desigualdad: “Hay un contraste tremendo entre un puñado de sectores económicos y grandes empresas, que no solamente ya ganaban mucho dinero antes de la pandemia sino que han aumentado sus ganancias exponencialmente, y el incremento de las desigualdades, eso va de la mano con el empobrecimiento general de la mayoría que hace que una gran parte tenga que vivir de un trabajo precarizado o con una ayuda social, y que quienes estamos en situaciones de convenio colectivo tengamos que luchar a brazo partido para que el salario no se venga a abajo”.
Al cierre de esta entrevista, el sindicalista denuncia lo que considera una estafa para el pueblo: “Estamos ante un cuadro de vulneración de derechos que tiene como denominador común el hecho de estar pagando una estafa que contrajeron unos pocos, que le llaman deuda externa, y que la estamos pagando la mayoría mientras los recursos públicos están destinados a seguir pagando a los poderosos acreedores que tenemos en el exterior”, y afirma que “es el momento de unir fuerzas, de unir lo que aparece muy desunido. No digo que no se lucha, pero se lucha en forma aislada en muchos casos”.
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