La semana mundial de la salud mental es una buena oportunidad para reflexionar sobre la implementación de la ley 26.675, que cumplió 11 años. Los hospitales psiquiátricos deben garantizar un sistema de atención enfocado en los derechos humanos, qué desafíos se enfrentan para reemplazar.
"La salud mental es inescindible de la salud en general, así nos encontramos producto de tantos años de una política dirigida justamente a la lógica manicomial que aún persiste, considera que todo aquello que tiene que ver con una persona que padece sigue estando en el orden de lo peligroso. También surgen cuando hay hechos lamentables, y los medios toman esa idea, que a los locos hay que encerrarlos ante hechos así, y eso impacta en el imaginario social", consideró Ángel Barraco, licenciado en Psicología, asesor en la elaboración de la ley, en Los Mundos Posibles.
La Ley Nacional de Salud Mental, sancionada en 2010, contempla la inclusión de los pacientes a través de instituciones dentro de la comunidad, el respeto por los derechos humanos y el reemplazo de las instituciones psiquiátricas monovalentes que funcionan como institución de encierro.
"Pareciera que la salud mental es solo la problemática de la locura, ese es uno de los grandes errores y está siendo utilizado por los gobiernos para que les de la justificación de desfinanciar y no dar todo los recursos que hay que aportar. Hay un gran espectro de padecimiento, una suma de factores que demuestran que la salud mental no es un problema clínico, sino social, y sino cambiamos la percepción de lo qué es salud mental, que la salud mental como tal debería desaparecer y la salud debería ser una sola", aseguró.
"En principio fue vista desde la perspectiva de los manicomios, pero el manicomio es una unidad de producción, mueve mucho dinero, viven muchas personas, entiendo que debe haber un consenso, pero hay sectores corporativos muy fuertes. Le conviene al Estado porque se sacan de encima a los 'molestos', como podemos hablar de salud a nivel de cárceles si estamos en el 50% de pobreza", analizó.
Sobre el cierre de los manicomios que preveía la lay, explicó que "estamos igual, no solo no se cumple la ley, desde el 2010 a 2015 no se implementó, después vino otro gobierno más retrogrado. Hay mucho corporativismo medico, sino hacemos un análisis profundo va a quedar todo en la periferia, invisibilizando la cuestión de fondo"
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