Desde el Instituto Nacional de Tecnología Industrial denuncian que además de la rescisión de contratos, el gobierno nacional busca cerrar las sedes regionales y unidades de extensión que funcionan en el interior.
“Nosotros tuvimos la información por parte de las autoridades que la decisión era reducir el personal en un 30%, despedir alrededor de mil compañeros en todo el país. Aún no ocurrió, eso ocurriría el 30 de junio cuando vencen los contratos”, describe Gisella Santana, trabajadora del INTI.
En comunicación con Los Mundos Posibles, amplía que “además de esa oleada masiva de despidos que anunciaron, informaron también que iban a cerrar todas las sedes regionales y unidades de extensión que funcionan el interior, y partir de ese momento nos declaramos en estado de alerta y movilización”.
El lunes en la sede central del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), en el partido bonaerense de San Martín, amaneció rodeada de policías y también en el interior del organismo.
Santana asegura que “fue un operativo desmedido y estaba pensado para amedrentar, sin dudas, es un momento difícil para ser trabajador del Estado, hay una campaña feroz de que nuestro trabajo no es más que un gasto, que no sirve, que todo es ineficiente”.
“Es tan estratégica la función que desarrolla el INTI, desde 1957 cuando se fundó. Lo que hace es asistencia tecnológica la industria, transferimos tecnología a pequeñas y medianas empresas, mejora los estándares de calidad y además certificamos productos. Es fundamental para que la población pueda consumir segura productos de origen industrial, no hay otro organismo que tenga estas capacidades técnicas”, explica.
Escuchá/descargá la entrevista completa:
