Tras una jornada de movilizaciones y acampe frente a Desarrollo Social, las organizaciones sociales consiguieron el compromiso del Gobierno para entregar alimentos a comedores populares. "El Estado tiene que tener reacciones rápidas frente a problemas graves", asegura el dirigente.
“El acampe se vivió con mucha bronca porque estamos hablando de cosas muy elementales. Decirle a un pibe que no hay comida te estruja el alma. Vas a una reunión con funcionarios y te dicen que no pueden, hablan de problemas logísticos ¿¡Cómo!? No estamos en el Sahara, hay infinidad de camiones y muchas formas de resolver los problemas”, afirma Eduardo Belliboni, referente del Polo Obrero, en Los Mundos Posibles.
Con una reclamo que se extendió en 80 puntos del país las organizaciones agrupadas en el frente Unidad Piquetera (UP) acamparon frente al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación para exigir asistencia alimentaria a los comedores populares.
“Son funcionarios que están en otra cosa, en campaña electoral, terminando un Gobierno. No movieron un dedo. Estamos hablando de chicos que van a la puerta de un comedor y encuentra un cartel de 'No hay comida'. Hay cosas que se pueden debatir y otras que son una emergencia. El Estado tiene que tener reacciones rápidas frente a problemas graves, que se van profundizando con el paso de los días porque crece la inflación”, relata el dirigente.
En esa línea describe que "entramos a una reunión con funcionarios a cargo, con muchísima displicencia dijeron que no tenían cronograma de comida, les pagan mucho por hacer un trabajo, nos quedamos ahí esperando, utilizan la comida para hacer campaña electoral, con los pibes no, ese es el límite”.
Además de los reclamos concernientes a la emergencia alimentaria, también se pidió una definición sobre un bono para los beneficiarios del programa Potenciar Trabajo. Todavía no hay fecha oficial, pero se menciona el 15 de julio como posibilidad.
“Habitualmente a mediados de año hay una especie de aguinaldo, y este ha sido muy esperado frente a una inflación que se come los ingresos, es una compensación para pagar deudas. La gente se endeuda para comer, es un fenómeno de los últimos tiempos y eso es muy grave. No podemos reducir a las personas a esa condición, que piensen todos los días donde van a comer”, asegura.
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