El Ministerio de Salud de la Nación aprobó un proyecto presentado por la UNLP para el cultivo de cannabis con fines de investigación médica y científica.Esto le permitira a la casa de altos estudios estudiar el ciclo completo de la producción desde su plantación hasta la producción del aceite para cada tipo de cuadro clinico.
“A partir de la aprobación que logramos en el Ministerio, lo que podemos hacer es el ciclo completo. Todo lo que tiene que ver con el cultivo, ver diferentes técnicas y hacer una trazabilidad de todo el proceso que va desde el cultivo, la cosecha, el secado y almacenamiento; hasta el procesamiento, extracción de aceite y luego la caracterización de los aceites que logremos sacar de la dos cepas con las que vamos a iniciar. A partir de obtener un producto que garanticemos su inocuidad desde los aspectos microbiológicos y químicos, podemos trabajar con profesionales de la salud que empiecen con los ensayos clínicos para dolencias específicas”, especificó Christian Weber, prosecretario de innovación y vinculación tecnológica de la UNLP, en comunicación con En Órbita.
A esto, se le sumó el acuerdo firmado entre los ministerios de Salud y Agricultura “para que el instituto nacional de semillas, el INASE, que es el encargado de registrar las variedades vegetales, permita la inscripción de variedades de cannabis. Con lo cual, también se abre una puerta muy interesante que es la posibilidad de que la universidad pueda ayudar a la inscripción de variedades y que esas variedades tengan una caracterización: que perfil de cannabinoides tiene y, en función de eso, para qué dolencias sirven”, detalló el investigador y agregó que esto significa que “se abre la posibilidad a poder recibir semillas de cultivadores, poder ver si se trata de un germoplasma autóctono, más local, o que haya tenido ya una fijación de sus características y se pueda inscribir como tal, como una variedad loca”.
“La ley hace un marco normativo general pero después no existen los protocolos para todo el proceso. Nosotros lo que vamos a intentar es justamente generarlos (...) que halla una guía que sirva a quienes deseen producir y que nosotros mismos, desde la unidad productora de medicamentos de la facultad de ciencias exactas, poder producir un aceite con un estándar de calidad tal que se asemeja mucho a lo que es un medicamento de lo que es la farmacopea tradicional”, adelantó.
Cristian destacó que “acá se da un hecho muy paradigmático de la ciencia. Al estar tanto tiempo prohibido el cannabis, la academia no ha aportado mucho a la plataforma de conocimiento. Quienes sí lo han hecho son los cultivadores y es a través del intercambio con ellos donde vemos lo rico del proyecto. Va a haber un intercambio de saberes muy interesante donde nosotros podemos aportar desde el método científico, desde las técnicas y demás, pero va a haber un valor agregado que es el conocimiento que ya está generado en la sociedad. Sociedad que fue, por otro lado, la impulsora de la ley”.
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