Como grupo, como amigos, como colectivo, como organización, como familia, como segundas casas, como techo, como lazo, como redes, como encuentro, como abrazo permanente, como este recuerdo eterno, homenaje en forma de saludo infinito, que hoy dice: tu presencia es fortaleza.
Eduardo Néstor Candreva fundó Radio Futura con más dudas que certezas. En días en que “lo tecnológico” era tener handys, doble cassetera, que las heladeras funcionen como se debe. Tener una radiecita era casi, volver a colonizar la luna. Las organizaciones sociales se rearmaban y los espacios para el habla, las charlas, los intercambios, se ampliaban lentamente. Quizás fue más una obligación personal que un deseo de anhelo idealizado. Será por eso que tantos sostienen aquello de “Futura se llenó de gente al minuto de su creación”.
El gordo desconoce el motivo y poco le preocupa el por qué de la relevancia social de Futura para la comunicación comunitaria y alternativa. Habrá sido la música elegida, los personajes que dialogaban, ese refugio de los maltratados, esa cueva de los innombrables, el posible escape de la repetición permanente del mensaje antipolítico. No se sabe bien qué, pero fue él quien levantó lo imposible. De mano indirecta y con desconocimiento, de otros que en distintos puntos del pais comenzaban el largo camino de torcer la historia. O mejor aun, evitar su clausura inminente.
El Negro invitó a tantos, los trajo, les enseñó, los motivó. Siempre desde esa timidez gigante, a veces abrumadora. Los metió delante del micrófono y ¡a hablar será! Las organizaciones populares encontraron en el proyecto que comenzaba la oportunidad para el despegue comunicacional. La, finalmente, “ escuela de comunicadores ” platense.
El Edu se fue dos meses después de la fiesta de los 25 años de la radio. Nos dejó procesando todo aquello que había sostenido en la comunión-aniversario, con humildad y presencia innegable: “Nadie dice nada sin un pensamiento político”, “ hacemos proyectos para la diversidad de las organizaciones populares, compañeros siempre, del mismo camino”.
Las palabras invadieron las vacaciones en que nos dejaste. Decía Candreva: “hasta hoy, lamentablemente, se sigue discutiendo que el periodismo es objetivo. Pero no es objetivo, eso que se lo vayan a vender a Magoya. El periodismo es subjetivo y arbitrario. Elegimos la música que queremos pasar, decimos lo que tenemos ganas de decir y hacemos lo que nos gusta”.
Todavía no logramos entender todo aquello, todavía nos hacés falta. Y un todavía que se transforma en búsqueda permanente.
Está bien, ¿no, Eduardo? Hicimos una radio para la búsqueda permanente.
Te abrazamos, con alegría inmensa, horizonte abierto, manos entrelazadas.
Gracias por hacernos mejores personas.
Juan Salvador, en nombre del colectivo de Radio Futura.
9 de julio de 2015
