La aprobación de la presidenta de Perú está en el punto más bajo de su mandato, su índice de popularidad no llega al 10%. Las elecciones están programadas para 2026, pero la mayoría de peruanos cree que el anticipo de las elecciones puede ser favorable.
“Normalmente Perú no está en la agenda mediática y tiene algo interesante para entender la realidad sudamericana. Está en una crisis que raja las paredes, no es como suele aparecer en los medios que están muy contentos con la estabilidad del sol peruano, pero no nos dicen qué hay debajo de todo eso”, sostiene Alejandro Palombo, Licenciado en Ciencia Política.
En conversación con Los Mundos Posibles, el columnista remarca que “el país está con una economía que crece a ritmos muy bajos en función de lo que espera, con un incremento de la pobreza, aumento de la delincuencia y con graves acusaciones de corrupción en el Congreso, una constante de hace años”.
Dina Boluarte está al frente del Gobierno en Perú. La vicepresidenta electa por el partido de izquierda de Pedro Castillo, viró completamente de posiciones tras el derrocamiento del primer mandatario y pactó con las agrupaciones de derecha.
“Ella inaugura su gobierno con una brutal represión en diciembre de 2022, que dejó un saldo de 49 muertos, por la cual está siendo investigada. Y se vincula con los hechos de corrupción porque está obstaculizando el trabajo anticorrupción de la Fiscalía. Pero no es solo ese caso, su hermano y su abogado fueron acusados de integrar una organización criminal. Boluarte también tiene un desbalance patrimonial de 400 mil dólares, la investigan por enriquecimiento ilícito y el posible cobro de sobornos”, cuenta Palombo.
“Estas causas se manejan a fuego lento, en función de cómo se van desarrollando los acontecimientos. Porque Baluarte se sostiene? Porque tiene el respaldo conservador del Congreso, un pacto autoritario entre el fujimorismo y la derecha que está por fuera”, concluye el columnista.
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