Al cumplirse un año desde que se renovó la administración del Estado, el economista ofrece una mirada crítica de la gestión financiera frente a las adversidades que planteó el coronavirus. Cuáles fueron los aciertos, dónde se fracasó y qué desafíos esperan adelante.
El economista Juan Valerdi se enlazó vía telefónica con el aire de #FuturaEnCasa donde ofreció su punto de vista sobre las medidas implementadas por el Gobierno de Alberto Fernández en materia económica en los últimos doce meses: “Manejó bien la asistencia a la población frente a la pandemia, la cuarentena y la crisis financiera-económica mundial, tanto en lo que se refiere a la asistencia a la gente como las pequeñas y medianas empresas, muchísimo mejor de lo que lo hubiera manejado el macrismo si se hubiera quedado, ahí si tendríamos grandes problemas”.
En contraposición, fue critico a la hora de señalar que “le dio mucha guita, subsidios, ayudas y rebaja de aportes patronales a grandes empresas y multinacionales que no lo necesitaban y que han fugado mucha guita, se aprovecharon sistemáticamente del Estado a pesar de ser los que dicen que el Estado es bobo, pesado, que le roba sus recursos, esas grandes empresas son un problema grave”.
Sobre el aporte solidario de las grandes fortunas, Valerdi se animó a pronosticar: “Es seguro que esto va a ser judicializado, estos grandes ricos de la Argentina, que son 10.000 personas más o menos, tienen muchos recursos para judicializar y tienen un Poder Judicial que es capaz de darles la razón aunque sea un delirio, y esté aporte extraordinario, independientemente de que es poca plata el porcentaje del total, genera una señal que ellos quieren que quede claro que no se puede dar que es que los ricos y muy ricos tengan que pagar impuestos, la van a pelear, la van a judicializar, así que yo no empezaría a gastar la recaudación a cuenta porque va a estar bastante complicado conseguirla”.
Por último, se refirió a la administración de reservas por parte del Banco Central de la República Argentina: “Ya a principios de año, las reservas eran bajas, pero el Gobierno se confió porque había distintos indicadores de que iba a haber un superávit comercial, o sea, que le íbamos a vender al mundo más de lo que íbamos a comprar e íbamos a hacer crecer esas reservas. Sin embargo, el manejo del Banco Central se fumó esos 15.000 millones de dólares que dice el INDEC que tuvimos de superávit, se esfumaron en parte por fuga de capitales, en parte por pago de importaciones anticipadas y en parte por el pago de préstamos dibujados de grandes empresas y multinacionales”.
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