Cecilia Pando y su demanda a la Revista Barcelona

El martes pasado comenzó el juicio donde Cecilia Pando, presidenta de Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de la Argentina, demanda a la Revista Barcelona por daños morales y psicológicos causados por una contratapa de la publicación del 2010. Pando es conocida por su activismo a favor de la última dictadura cívico militar y de los militares juzgados y condenados por crímenes de lesa humanidad. La denuncia que presentó refiere a un fotomontaje que mostraba su rostro con un cuerpo encadenado y las frases “Ceci Pando se encadena para vos”, “Apropiate de esta bebota” y “Cadenas, humillación y Golpes de Estado”; el titular planteaba un juego de palabras donde las siglas S/M en lugar de referenciar el Sado/Masoquismo explicaban "Soy Milico".  Luego de una fallida audiencia de conciliación, Pando reafirmó su exigencia de que la revista le pague 70 mil pesos de indemnización.
En el momento que salió esta edición (193) de la Barcelona,  Cecilia Pando fue a la justicia y pidió una medida cautelar para solicitar que se levantara la edición de los kioscos. La sala de primera instancia rechazó el pedido pero la Cámara Civil le dio la razón y la revista tuvo que retirar esa edición de los kioscos. Pando decidió continuar y presentar su demanda, hasta llegar a esta instancia judicial. En diálogo con RAP, Mariano Lucano, co-director de la revista, explicó que "todo tiene un correlato en hechos reales(...) la idea de Barcelona es que no haya chistes en el estricto sentido de desordenar premisas y que eso cause gracia. Hay algo más, hay una intencionalidad, no es una revista de chistes, en todo caso es una revista paródica".
Este proceso permite abrir el debate acerca de la libertad de expresión y de cuál es, según la justicia argentina, el alcance de la sátira y, puntualmente, de la sátira periodística de los personajes con acción pública. Denuncias como la de Pando ponen de manifiesto la dificultad para marcar el límite entre la intimidad y el honor de una figura pública y la libertad de opinión de los medios de comunicación; la respuesta del tribunal sentará una decisión clave sobre qué intervención debe tener la justicia en este tipo de casos. Lucano explicó: "pensamos que iba a quedar en la nada porque tuvimos muchas cartas documento que nunca prosperaron" y ejemplificó reiteradas intimidaciones que habían recibido de los abogados de Julio César Grassi, actualmente condenado por el abuso de un menor.