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Los caminos de Isaco Abitbol, el “Patriarca del chamamé”

A tres décadas de su partida, Ignacio Blaconá, director del film "Hoy toca Isaco" que recupera su figura, repasa su historia y su legado.

Bandoneonista, autor y compositor, Isaco Abitbol nació el 29 de noviembre de 1917 en Alvear, provincia de Corrientes. Conocido como el “Patriarca del Chamamé”, fue un músico considerado como uno de los pioneros del chamamé y la música litoraleña. En 1942, formó el Cuarteto Santa Ana, junto con Ernesto Montiel, el primer conjunto chamamecero que alcanzó la fama masiva. Alrededor de 1950 formó junto a Miguel Repiso el grupo “Isaco y Repiso”, en los años ’70, el Trío de Oro (Con Roberto Galarza y Julio Lorman) y ya en los años ’90 el Trío Pancho Cué, junto a Rubén Miño y a Nicolás Antonio Niz. Falleció el 6 de marzo de 1994, en la ciudad de Corrientes.

“Siento que con el documental hicimos un aporte importante en la difusión de la historia de un artista popular, muy querido e inolvidable para nuestro acervo cultural”, cuenta Ignacio Blaconá, director del film Hoy toca Isaco, que fue estrenado en 2016. De la mano de José y Florencia Abitbol en calidad de productores y la dirección del periodista y realizador audiovisual, el film da cuenta de uno de los músicos más sobresalientes del siglo pasado.

“El film surgió medio de carambola, ya que no estaba pensando en hacer un trabajo sobre un referente del chamamé, porque no escuchaba ese género, pero la vida me cruzó con un suegro correntino, sobrino de Isaco que me habló del maestro de una manera tan maravillosa que me impulsó a realizar este documental. ¿Será verdad todo lo que este hombre me cuenta?, me pregunte y de ese modo salí a buscar algunas respuestas”, cuenta Blaconá sobre la producción que comenzó en el 2010 para sanar las cosas que estaban mal escritas sobre Isaco Abitbol. “Con esa curiosidad y con la intención de descubrir una figura que desconocía, comenzamos a trabajar y de ese modo nos fuimos adentrando en la vida de Isaco y descubriendo una historia fantástica”, suma.

Isaco Abitbol es considerado uno de los pioneros del chamamé y su nombre representa un hito dentro de la evolución y el desarrollo de la música del litoral argentino. Editó más de 20 trabajos discográficos y es el autor de clásicos como “La Calandria”, “General Madariaga”, “Ñatita”, “Don Chirú”, “Paraje Bandera Bajada”, “Serenata del amanecer”, “La yapa”, “El lamento” y “Estampa correntina”, entre tantos otros. Además, colaboró con muchos conjuntos nuevos, tocando el bandoneón, sin hacer figurar su nombre.

“Recorrer su vida fue realmente un viaje en todo sentido”, recuerda el director del documental que fue declarado de interés por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación. “Ese viaje arrancó en Rosario, una ciudad muy importante para el género chamamecero y de ahí viajamos a Corrientes, a las raíces de Isaco, luego a Entre Ríos, a Misiones y al norte de Santa Fe, porque Isaco, vivió en muchísimos lugares. Así que le fuimos siguiendo el rastro y sondeando ese destino errático, nos encontramos con familiares, amigos y colegas, que nos fueron dando su testimonio y de ese modo fue apareciendo una historia de vida”, rememora el realizador.

“Isaco vivió una vida llena de condimentos muy interesantes que, a falta del material gráfico y audiovisual, intentamos reconstruir a través del lenguaje oral”, explica Blaconá. “A partir de esos encuentros fuimos armando el perfil de un artista que dejó una marca muy importante en aquellos que lo han tratado y un legado genuino dentro del mundo chamamecero. Isaco fue un hombre con una vida muy errática, muy bohemia y muy sencilla, con bordes difusos, con algunos problemas familiares producto de su trabajo artístico. Y fue también, un personaje muy amigo de sus amigos, que disfrutaba la intimidad, la familia y la confraternidad que se daba luego de las actuaciones”, manifiesta en diálogo con Cacodelphia.

La vida del músico es reconstruida a partir de la palabra de Pocho Roch, Mario Bofill, Raúl Barboza, Antonio Tarrago Ros, Julián Zini, Ernesto Baffa y el Chango Spasiuk, entre otros. “Si bien todo los entrevistados hablaron con mucho cariño y con mucha emoción de quien no habían hablado antes, lo de Baffa fue increíble, porque me habían dicho que no lo busque, porque se había muerto. Y fue Baffa quien nos contó que Isaco frecuentaba el ambiente tanguero, que pudo haber sido un tanguero más y nos brindó detalles de cómo se dio el encuentro con Aníbal Troilo. Baffa –famoso bandoneonista de Aníbal Troilo- consideraba a Isaco, como un hermano y por eso no solo nos dio la entrevista, sino que, además, nos acompañó al estreno en la Casa de Corrientes de Buenos Aires y también al estreno en Corrientes”, señala.

Aunque en sus comienzos incursionó en el tango, el destino quiso que se consagre al chamamé: “El mejor bandoneonista del país, por suerte se dedica al chamamé y no al tango…” dijo alguna vez Aníbal Troilo, admirador del músico correntino. “Isaco arrancó tocando tangos como todos aquellos primeros chamameceros que llegaban a esa Buenos Aires, de los años ’30, donde el chamamé era denostado y marginal”, repasa Blaconá. En 1942, junto a Ernesto Montiel, fundaron el Cuarteto Santa Ana, que se inició bajo el padrinazgo de Pedro Mendoza. “La historia del Cuarteto Santa Ana, el aporte de Isaco a ese conjunto, la relación con Montiel y los motivos por los que se aleja del mismo, son para realizar un documental aparte”, expresa Blaconá.

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