por Fedez Alamo
Puede no tener cerraduras ni ventanas,
ser la flor de Gilgamesh,
o una esquina de arañas entrelazadas.
Puede ser de ladrillo visto
o no tener siquiera vista a la ciudad.
Puede ser erguida, amante de la luna
o bajo tierra sin reina ni rey
entre hormigas y migas de algún Dios.
Puede que nadie la visite,
ni siquiera el recolector se llevaría la basura.
Qué más da si hay muebles o no,
si llueve y se bañan los relojes
o si los colores se confunden daltónicos.
En blanco y negro también se ve una ilusión.
Puede que este a dos segundos de colapsar
o ser la sonrisa que un bebé con bloques diseñó.
Con una rosa y diez cactus,
un árbol tembloroso
y la sombra de cables amarrados a los pájaros dueños del sol. Puede que no sea más que un papel,
un proyecto de enigmas y futuras caricias.
Solo deseo que en la cocina cocinemos,
que en la cama o en el suelo nos amemos
y que si tuviéramos un sofá y dos tazas para el café simplemente seamos nuestro propio hogar.