Los Hermanos Herrera, inspirados y guiados por la tradición familiar de su Santiago del Estero natal, volvieron a los estudios luego de 10 años. Registraron este nuevo disco que da cuenta de una canción muy antigua y no tan cantada en la provincia.
Hijos de santiagueños afincados de Berisso, Los Hermanos Herrera (Julio y Ariel) cuentan con 28 años de trayectoria llevando la música tradicional de Santiago del Estero a distintas partes del país. Su último trabajo discográfico, Escondido del Río Namby, fue grabado entre febrero de 2020 y mayo de 2022 en Estudios Borja Votök, junto al técnico de sonido Gonzalo Voutof y contó con la producción general de Desde el vientre de la tierra producciones.
“Es un disco en el que, hilando fino, se pueden descubrir los distintos colores y sonidos que tiene y que dan cuenta de la esencia de lo que nosotros queremos brindar, que es una ´música potente´, como dice Gualberto de Orta, un gran amigo nuestro con quien grabamos todos nuestros discos anteriores”, expresa el músico y docente Ariel Herrera. “Nos preocupamos para que el disco suene, poderoso, crudo y que refleje muchas de esas músicas que hay en Santiago que dicen cosas que nadie se anima y que nosotros tomamos, quizá influenciados, por Hugo ´El Duende´ Guernica”, remarca.
Hugo Alejandro Garnica es un músico santiagueño, artesano, muralista, fileteador, letrista, cofundador de diversos espacios de resistencia cultural, y autor de la chacarera El olvidao que inmortalizó Mercedes Sosa, quien lo consideraba uno de los creadores más viscerales del país. “Creemos que en este tiempo Él Duende´ es el que mejor describe la realidad, la añoranza y la jetoneada del santiagueño, como nos dijo alguna vez Mercedes Sosa, en el camarín del Teatro Argentino, cuando nos invitó a cantar una vidala con ella. Para nosotros, es un digno representante de lo que queremos transmitir a través de la poesía y la narrativa santiagueña”, destaca.
El nuevo trabajo discográfico de Los Hermanos Herrera se aparta del cancionero nacido a partir del Río Dulce y el Río Salado que atraviesa el repertorio santiagueño y da cuenta de una canción muy antigua y no tan cantada, vinculada al Río Namby.
“Se trata de un disco ´pandémico´ de 14 canciones de las cuales la mayoría le pertenecen a Julio Herrera y al Duende Guernica, quienes a la distancia y de madrugada fueron cosiendo cada una de estas composiciones. Luego, pudimos encontrarnos con Gonzalo Voutof, quien fuera ingeniero de sonido del Chango Farías Gómez y hoy de la banda Estelares, en su estudio de grabación de Berisso, comenzamos a darle forma”, cuenta Ariel Herrera.
“Se trata de canciones no siempre tan referenciadas con el canto santiagueño que buscamos recuperar en este trabajo que fue muy discutido y donde quedaron afuera algunos temas de Julio para darle lugar a esa canción que forma parte del cancionero popular santiagueño y que no es muy difundida en estos tiempos. Fue esa una linda discusión de dos hermanos que buscan desde hace casi 30 años que la gente tenga la posibilidad al escuchar esas músicas y trasladarse de ese modo a ese Santiago profundo”, señala Herrera.
A partir del murmullo de aquel rio Namby, Los Herrera presentan en cada verso la simpleza de la vida cotidiana, las vivencias, las pasiones, la lejanía, el arraigo y el desarraigo del santiagueño, sus creencias y su cotidianidad.
“El santiagueño es añorador por naturaleza, por eso nosotros siempre hablamos de la trilogía santiagueña, que habla de aquel que se va de Santiago a buscar cubrir sus necesidades económicas a las grandes ciudades, como puede ser el conurbano bonaerense y de vez en cuando vuelve a ver a sus parientes; después está el segundo santiagueño, aquel que no vuelve, ese que muchas veces incluso le da vergüenza decirse santiagueño, y el tercero es aquel que no se fue, esa abuela ese abuelo que crió a los nietos, porque los padres se fueron y que siguen esperando el retorno de sus hijos”, retrata el artista.
“Por ellos es que grabamos ´Corazón de penca´, un gatito muy antiguo de Carlos Juárez y Héctor Carabajal, ´Por si no vuelva´, de Juan Carlos Carabajal y Bebe Herrera y ´Vidaleros del ayer’, una vidala de Olga Bravo y Guillermo ´Fatiga’ Reynoso, donde pidiéndole permiso a su hijo Martín, buscamos cambiar la última estrofa para incorporar la voz de Doña Pancha Gallardo (que en el disco presentan como madre de la copla que se resiste a ser olvidada), una de las vidaleras que tiene Santiago no tan reconocida que vive en Fernández y que, con sus 80 años a cuesta, todavía sube al escenario con su caja y canta en quechua”, suma.
Francisca del Rosario Costas, nació el 1 de agosto de 1933, en Villa Robles, es una vidalera y quichuista, más conocida como la “Pancha gallardo”, considerada patrimonio cultural y defensora del Quichua y La vidala en la provincia. “Nosotros somos muy amigos de ella, y le habíamos pedido que cante para el disco, pero tras la muerte de su compañero nos pidió que no la esforzáramos, entonces, lo que sí hizo fue agregar en esa vidala un saludo para nosotros y para todos los vidaleros”, contó Herrera y agregó. “Esa voz, esa gente, esos vidaleros de Fernández, también representan a Santiago, y encontrase con ellos, es inundarse de nostalgia y añoranza. Y eso nada tiene que ver con subir a un escenario, eso tiene que ver con estar, compartir y nutrirse de toda esa gente”.
A paso firme por la senda
Escondido del Rio Namby fue presentado en la Feria Internacional del Libro por ´Los musiqueros del río Namby´, agrupación que formaron con los integrantes de “La típica santiagueña”, una de las agrupaciones más destacadas de la ciudad de Berisso. Fue editado de manera física, “porque a ninguno de ellos podemos decirle que lo escuche en Spotify”, dice Herrera. Allí fueron presentados por el escritor Julio Rodríguez Ledezma “un maestro de Santiago”. Al ser consultado si el disco será presentado en Santiago del Estero, el músico aseguró que se está barajando esa posibilidad: “Nosotros somos autodependientes y todo nos cuesta el doble, pero el disco ya está sonando en las radios de la provincia”.
La nueva producción del grupo -que comenzó a transitar el mundo musical en 1997- y está compuesto por dos guitarras, dos voces y un bombo legüero, conto con la participación de Raly Barrionuevo quien sumo su voz en Coplas para un duende sachero, una composición dedicada al duende Guernica; Franco Luciani se sumó en Corazón de penca, el violín de Jonatan Miranda, integrante de La típica santiagueña, suena en Prendida en mi chacarera y en la chacarera La de Icaño, Gustavo Herrera fue la guitarra base de todos los temas y Juan Carlos “Tero” Ponce, “un hermano que nos dio la música y que se ha ocupado mucho de los Hermanos Herrera”, dijo el guitarrista berissense, puso su voz en Coplas para un duende sachero.
Juan Carlos “Tero” Ponce junto al duende Guernica, compusieron una cantata de memoria colectiva, que se llamó La vuelta del santiagueño, que se editó en 2006 y donde participaron el dúo Orellana-Luca, Peteco Carabajal, Horacio Fontova, La Chacarerata santiagueña y Los Hermanos Herrera, entre otros. “Juan Carlos nos ha llevado a tocar en pueblos como Colonia Alpina, La Argentina, San Cristóbal, inclusive fuimos a tocar una noche a Mailin, por eso queríamos que esté presente en este trabajo”, explica en diálogo con Cacodelphia.
Origen de la chacarera
En el mundo de la música popular hay discusión sobre el origen de la chacarera. ¿Dónde nació? “Los salavineros dicen que en Salavina nació la chacarera, pero los loretanos le pelean esa afirmación y los atasmisqueños también, lo seguro es que la cosa surgió por esas geografías, por esos recónditos lugares nació un género que, para el santiagueño, es algo más que pensar una música o una danza”, expresa Ariel Herrera.
Para dar cuenta sobre cuándo la chacarera se volvió tan propia de Santiago y tan representativa del santiagueño, el músico historizó parte del recorrido que el género hizo durante el Siglo XX, asegurando que uno de los primeros difusores del género fue Atahualpa Yupanqui. “En los años ’30, Atahualpa Yupanqui llegí con su caballo llegó hasta la casa del “Soco” y del “Cachilo” Diaz (Julián y Benicio Díaz, dos hermanos que juntos compusieron varias de las composiciones fundamentales del folklore santiagueño) quienes a su llegada ya tenían en claro lo que era la chacarera. Don Atahualpa tomó de ellos esas coplas y las difundió por distintos lugares del país, sobre todo por el norte, mientras que tiempo después, desde la ciudad de Santiago, en la década del ’40, Los Hermanos Avalos” trasladaron la chacarera a Capital Federal", explica. En ese tiempo surgen Los Cantores de Salavina y luego a fines de los años ’50 nacen, Los Manseros Santiagueños, Los Carabajal y Carlos Carabajal, quien en esos años renueva el rasguido santiagueño y reaviva el ritmo de la chacarera. Además, en ese tiempo, también, Agustín Carabajal, fue muy importante en la conformación de algunos festivales, como el Festival de la Chacarera. "En ese festival tuvimos la suerte de tocar y que hoy sigue su hijo Agustín y que significo el punta pie inicial para la vida musical, de jacinto Piedra, quien comenzó a fundar su mito en ese festival cuando el coordinador era Juan Saavedra. De ese modo, la chacarera comenzó a gestarse como un fenómeno cultural y a formar parte de los mitos santiagueños”, desarrolla.
El barro que se subleva
Ariel Herrera es profesor de escuela secundaria y desde hace 30 años está comprometido con la educación pública. En ese sentido, al ser consultado sobre la situación que atraviesan los docentes jujeños, aseguró que más de la mitad del salario de un docente en Jujuy es en negro y denunció la brutal represión que realizo la policía del gobernador Gerardo Morales y que los medios hegemónicos ocultaron.
“En los últimos días Gerardo Morales brindó miles de notas a los medios comunicacionales hegemónicos, donde se sentó cómodamente y señaló con el dedo como patrón de estancia. En ninguna de esas entrevistas se le preguntó por la situación de los docentes, nadie tuvo el tupe de preguntarle porque cobran 30 mil mangos de básico y le quiere solucionar el problema dándole guita en negro, nadie tampoco le preguntó qué paso con las detenciones ilegales en autos y camionetas sin patentes, nadie le preguntó por los allanamientos realizados sin orden judicial”, expuso. “Entonces, claro, que estamos en contra de la reforma y con la lucha docente, sabiendo que, si se vienen tiempos bravos, seguramente nos encontrará a todos en la calle, resistiendo, aunque sea con chacarera, porque siempre, fuimos el barro que se subleva”, afirma.
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