El artista presenta Escenas musicales argentinas, un disco con el que difunde y experimenta la música popular a través de nuevas sonoridades.
“El proyecto comenzó a gestarse en el año 2021 y arrancó medio de manera utópica, ya que en ese momento no estábamos tocando ni pudiendo ensayar. En ese marco y en un momento de mucha introspección comencé a componer algo que no sabía bien para qué. Siempre compuse para los distintos proyectos que he tenido y en ese momento pensé en una formación ideal de fantasía que me gustaría tener, con esa idea fue como compuse estas músicas que hoy estamos presentando”, cuenta el músico Federico Beilinson sobre su trabajo Escenas musicales argentinas.
Realizado a partir del apoyo de un apoyo del Fondo Nacional de las Artes, el álbum se compone de siete movimientos que expresan, aseguró, el músico, “diferentes características de la diversidad musico-cultural de nuestro país, desde una perspectiva de la música académica de cámara”.
“Siempre me dediqué a componer y a tocar la guitarra y el hilo conductor de todo eso siempre ha sido el folklore, ya que siempre necesité sentir que la música que tocaba tenía que describir de alguna forma donde estoy y en qué momento”, dice a Cacodelphia.
Federico Beilinson es guitarrista, compositor y docente en la Escuela de Música Popular de Avellaneda. desde el año 2000 ha editado más de diez discos con diferentes formaciones, centradas siempre en la composición de nuevo repertorio dentro del campo de la música Argentina. Es autor de diversos libros, algunos de ellos de amplio uso y divulgación como es El libro de la Folcloreishon, editado por la Biblioteca Nacional de la República Argentina. Además, entre sus ediciones se destacan libros conformados por obras originales para guitarra en diversas formaciones como “El adoquín” (MD 2020, Francia); “Elogio a la mediato” (2018), “Diálogo” (2015) y “Música Argentina para trio de guitarra” (KaNo, Suiza, 2013). Desde el año 2012, abordó junto a Juan Gascón el universo guitarrístico, poniendo hincapié en la composición de obras originales que dejaron registradas en tres trabajos discográficos. Actualmente, además, de dirigir el ensamble, comparte su música junto al vientista, Federico Núñez. “Vengo vinculado a la música desde hace mucho tiempo, abordando desde la guitarra mi propia obra y la música popular de nuestro país, a través de arreglos y adaptaciones de obras icónicas”, contó el músico.
"Entender la música de ese modo me llevó a tocar y a realizar, por ejemplo, un ciclo que se llamó Folkloreishons, donde presentábamos una jamsession, como de jazz, pero de folclore, que realizamos en honor a Eduardo Lagos y a sus reuniones con Domingo Cura, Hugo Díaz”, repasa el músico, que junto con Joaquín Zaidman y Pablo Gindre, en el año 2007 escribió El libro de la Folcloreishon.
“Esa inquietud me llevo también a investigar y a recopilar ese material de partituras folclóricas y este proyecto de alguna forma lo siento como una síntesis, donde todo eso que fui haciendo en varias perspectivas, las junte en este mundo bien compositivo y con toda la sonoridad folclórica”, suma.
Música que sale a rodar
Con Escenas musicales argentinas, a partir de un octeto, Federico Beilinson puso de manifiesto una mirada distinta y particular sobre las músicas populares folclóricas. Esa formación, algo, inusual para la música folclórica argentina, está conformado por Ana Elgarte (Flauta); Federico Núñez (Clarinete en La); Federico Beilinson (Guitarra, composición); Eliana Vázquez (Primer Violín); Pablo Manccini: (Segundo Violín); María Rivarola (Viola); Eloísa Donatone (Violonchelo) y Luis Carcacha (Contrabajo).
“Con esa instrumentación le dimos forma a esas composiciones que el año pasado grabamos en el Estudio PG de Pablo Gindre y este año publicamos en todas las redes sociales. Ahora, estamos en la etapa de salir a defenderlo, tocando en vivo, que genera otro lindo desafío”, expresa Beilinson.
Este trabajo se realizó a partir de varias obras. "Es lo que se llama en la música clásica una suite, con varios movimientos, en donde cada uno de ellos describe o representa una región distinta del país. Pero buscando que esa descripción no sea una réplica exacta de un huayno, un chámame o una cueca, sino más bien que exprese lo que esas músicas me generan a mí, que vivo en La Plata. De ese modo surgieron cada uno de estos movimientos, con una mirada más bien impresionista, si se quiere y no tanto musicológica”, explica.
“Pensando desde esta ciudad y sin intentar reproducir, logramos encontrar una voz propia que expresó esas músicas a través del concepto de cámara, que tiene que ver con una búsqueda sonora determinada, que no es mejor ni peor, sino tan solo una curiosidad personal y estética”, agrega.
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