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Cesalpinia, canto con el color de la propia tierra

La banda catamarqueña, que lleva el nombre de la flor nativa del monte, está presentando su primer trabajo discográfico.

Cesalpinia es un proyecto musical formado en el año 2019 en la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca. Luego de su presentación en su provincia natal, en Córdoba y en Tucumán, el trío conformado por Belén Parma en piano y voz, Vanesa Martínez en bajo y voz y Javier García en batería y programaciones, dio cuenta en Buenos Aires de su espíritu inquieto que atraviesa la sonoridad y la poética de su primer disco de estudio. “Un trabajo que tiene la impronta de nuestros territorios, que siempre están en lucha y además, que da cuenta de la forma de ver la vida y de vivirla por aquellos lados”, expresa Martínez.

El disco, que lleva el mismo nombre de la banda, contiene ocho canciones compuestas por Belén Parma y contó con la participación de reconocidas artistas como Nadia Larcher, Hulda Estrabou, Christine Bredes y Virginia Toledo.

La grabación se dio de manera autogestiva en la sala-estudio Ojo de Agua, “que vendría siendo nuestro laboratorio musical”, cuenta Martínez, quien además se encargó de la técnica del trabajo que fue mezclado en Desdémona Estudio por Sebastián Bergallo y masterizado en Sensei Mastering por Martín Bergallo.

El disco se formó prácticamente en pandemia, de hecho, lo grabamos nosotras, en la sala donde ensayamos y yo actúe de operadora”, dice la bajista, productora musical y activista feminista. “Fue producido íntegramente por mujeres y eso marca nuestro discurso y la forma de cantar y dirigirnos”, agrega.

El primer trabajo de Cesalpinia expresa los gustos musicales que poseen cada uno de sus integrantes: “Toda la construcción musical del disco, tiene que ver con nuestras distintas formaciones y da cuenta de las inquietudes sonoras que nos atraviesan”.

“Javier, por ejemplo, viene de una banda que hace música latinoamericana, Belén desde hace muchos años toca música latinoamericana en el piano, que ya le da otro sonido y yo toda mi vida hice funk y rock. Con esa impronta, entonces y buscando mezclar esos sonidos con el folclore como base, fuimos ensamblando las ideas de este trabajo”, relata en diálogo con Cacodelphia.

A partir de esa búsqueda genuina, el trío construyó una narrativa sonora propia y única que los alejó de los discursos tradicionales y hegemónicos del folclore. Logrando que sus composiciones no pierdan el color de su tierra, se expresan a través de distintas sonoridades y dan cuenta de la música popular latinoamericana, pero también del jazz, el rock y los nuevos estilos urbanos. “Este disco viene a convidar un poco de todo ese trabajo musical que venimos realizando desde hace unos cuantos años”, afirma.

“Esas canciones, desde lo poético, buscan reflejar nuestros territorios y nuestros paisajes, que nos llenan de vida, hablan de nuestras culturas y de nuestra identidad, pero también dan cuenta de un tiempo, donde las mujeres venimos reclamando nuestros derechos. Es decir, entonces que estas nuevas canciones, tienen también esa impronta”, expresa.

En Catamarca, forman parte de Las Margaritas, un Movimiento de Mujeres de la Música que surgió en el año 2018 y que lucha por la equidad de género y políticas públicas. “Si bien todavía está muy arraigada la idea del cantor o él guitarrista varón y cuesta que se abran espacios para las mujeres, hay que decir que viene habiendo cambios y eso es porque con otras mujeres estuvimos pechando para que salga la ley de cupo y ahora seguimos luchando para que se cumpla. Para gestionar y darle fuerza a una herramienta que busca establecer un equilibrio laboral. Seguimos en esa lucha que nos llevó a gestionar, por ejemplo, el Centro Cultural El Cebil, que es uno de los más importantes de la provincia”, afirma.

El nombre del trío está inspirado “en un arbusto que brota en nuestro monte, resistente a las sequías y las heladas; las piedras del suelo no frenan la expansión de su raíz… Cesalpinia es su nombre -aunque los nombres genéricos van cambiando- y para encontrarlo hay que detenerse, buscarlo por un rato, observar. Solo así se puede contemplar su belleza”.

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