La politóloga y periodista especializada en Justicia y Derechos Humanos habló sobre la causa por la desaparición de Jorge Julio López y las agencias de inteligencia de la dictadura.
Al referirse a la causa por la segunda desaparición de Jorge Julio López, la periodista Luciana Bertoia fue contundente: “Lo que falta acá es una respuesta y mostrar qué se está haciendo”, aseguró. “No alcanza con poner su nombre en un lugar para buscarlo: hay que destinar recursos, destinar gente…faltan desgrabar escuchas, analizar, hay que disponer gente”, agregó. También dijo que el Poder Judicial “se mueve al pulso que le imprime la sociedad civil: si hay periodistas que investigan y organismos que se mueven, el Estado investiga, sino, no”. Y concluyó con una reflexión: “Guadalupe Godoy me dijo ´si los organismos de DDHH esperaron 40 años por justicia, hay que seguir caminando y esperando por esto´. Habría que extremar los esfuerzos, yo creo que, todavía, se puede saber”.
Estructuras de inteligencia y dictadura
Bertoia desatacó que los cuadros de inteligencia de la dictadura permanecieron durante la democracia. Y puntualizó sobre los Cuerpos de Informaciones de la Policía Federal Argentina (PFA). “Este Cuerpo de Informaciones sigue existiendo y se sigue rigiendo por el secreto”, apuntó. Y sumó que “la ley orgánica le permitía al jefe de La Federal mentir si un juez le preguntaba si una persona integraba o no el Cuerpo de Informaciones”.
“Es un desafío investigar las estructuras de inteligencia”, aseguró Luciana Bertoia, en referencia tanto al presente , como en el pasado, en relación al rol que ocuparon los servicios de inteligencia en la dictadura. Al respecto, explicó: “Su lugar fue central porque funcionaba como el cerebro de la represión: cómo iban a ser ´los blancos´ y qué debía hacerse. Tenía un vínculo directo con lo que pasaba en los centros clandestinos, concretamente con la tortura”, dijo. La politóloga afirmó, también, que, hasta el momento, los tribunales han avanzado poco en este sentido.
En la misma línea, la politóloga mencionó a los personajes intelectuales de jerarquía al interior las agencias de inteligencia: “Estos cuadros han sido muy celebrados por quienes después ingresaban a la Fuerza en la democracia”. Y lo ejemplificó con un personaje particular: Isabelita. Durante la dictadura, ella se infiltró en Madres de Plaza de Mayo, luego estuvo en el Departamento de Orden Constitucional (DEPOC), fue investigadora de la PFA del ataque al cuartel La Tablada y, durante los ´90, participó de un operativo que siguió persiguiendo militantes en las marchas de Derechos Humanos. En 1997, Isabelita llegó a ser la jefa de Estudios de la Escuela Federal de Inteligencia (donde quienes ingresaban a la PFA se formaban en especializaciones). “Es sorprendente que una persona con este curriculum siga dando clases, al menos hasta el 2019, en el Instituto Universitario de la PFA. Todavía seguimos sin una reforma integral de estos organismos”, señaló.
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