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La verdad sobre el caso del señor Poe

Un antojadizo recorrido a través la obra cuentística del célebre escritor estadounidense, quien supo conmover a generaciones enteras de lectores mientras abría las puertas para la renovación literaria del siglo pasado.

Edgar Allan Poe nace el 19 de enero de 1809 en la ciudad de Boston, en el estado de Masachussetts, Estados Unidos. Sus padres mueren cuando todavía era un niño, por lo que es adoptado por un adinerado matrimonio de Virginia. Tras un paso breve por la Universidad y el Ejército, las diferencias con su padrastro se agudizan y éste lo expulsa de su familia y lo deshereda. Es ahí donde el escritor comienza a dirigir todos sus esfuerzos creativos a la producción de cuentos para vendérselos a distintos diarios de la época.

 “Una de las razones por las que todavía se lo lee en las escuelas es porque ha sido precursor de todos los géneros que se pueden llegar a plantear dentro de la literatura moderna”, introduce sobre la obra de Poe el escritor Matías Esteban, en el aire de Los Mundos Posibles.

El Saturday Courier de Filadelfia, el Saturday Visiter de Baltimore y el Southern Literary Messenger de Richmond son algunos de los periódicos donde consigue publicar sus cuentos, unos relatos tétricos y misteriosos escritos de una forma poco común para ese entonces y que con el tiempo trascenderían a la propia vida del artista.

Según lo explica el columnista, los cuentos de Poe, a los que el autor llamaba macabros, y que también se los conoce como góticos, como es el caso de "El corazón delator", "El gato negro" o "El caso del señor Valdemar", poseen un mismo rasgo distintivo, inusitado para el panorama literario de la época: “Rozan el sentimiento del cuento de terror, de la novela gótica, con situaciones que buscan conmover al lector, la persona que lee tiene que sentir algo que lo incomode”.

El genio creativo de Poe no se limita únicamente a producir e inspirar los primeros cuentos modernos de terror sino que también allanan el camino para el género policial que estalló de la mano de Arthur Conan Doyle y su entrañable dupla de detectives Sherlock Holmes y John Watson: “El cuento policial nace de "Los crímenes de la rue Morgue", es un formato, con características narrativas, con un policía que investiga un crimen, algo que no existía antes”.

Desamor, pobreza y enfermedad marcan el ocaso en la vida del escritor, que fallece el 7 de octubre de 1849 en Baltimore, dejando tras de sí un importantísimo legado para la literatura moderna. En palabras del propio Esteban, tiene un pequeño reconocimiento, una modesta fama, hacia el final de su vida, pero la ponderación de su obra llegará con el tiempo: “Es un autor muy conocido, siempre sucede que genera algo que pareciera una especia de placer, gusto, emoción. Es interesante y quizá los que no hayan leído puedan interesarse por la obra e ir a leerlo”.

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