El escritor y editor Gonzalo Chaves presenta este jueves su poemario Versos del exilio.
El escritor, poeta y parte de la editorial Gatos Negros presenta Versos del Exilio, uno de los tres fanzines poéticos desplegables, que el sello platense editó junto a Cuando vienen poetas de Martín Cinzano, poeta chileno radicado en México y Enramada de Pablo Pesco. “Estos poemas son una versión del exilio a través de mis hijos y mi familia, poemas que tienen mucho de autobiográfico. Últimamente trato de no ser tan autobiográfico, pero me es imposible, decidí entonces que las cosas deben salir, sin importarme si hay mucho o poco de lo familiar”, dijo en Cacodelphia.
Las tres publicaciones se presentarán el jueves desde las 19.30hs en Espacio SOPA / Ramos Generales con la presencia de los autores y la participación del músico Emilio Fabián. “Esta presentación tiene varias particularidades. Venimos de una cuarentena de casi dos años sin vernos y esa ausencia del otro nos ha provocado una crisis tremenda. Además, este encuentro es muy especial para mí, porque vengo de una situación muy pesada por el COVID 19, estuve internado en la sala Covid del Hospital Rossi de La Plata, los primeros quince días con un estricto aislamiento y no la pasé bien (...) Hoy voy saliendo de esas secuelas. Según los médicos zafé porque tenía la primera dosis de la Sputnik, y por eso a toda esa experiencia, la llame el milagro ruso”, contó.
Los tres textos forman parte de una colección de desplegables de la editorial diseñados por Ramiro Galeliano. “Elegimos, hacer desplegables en vez de libros, no porque pensemos que uno es más importante que otro, la importancia está en lo que contienen. Se trata de formas alternativas de editar que brindan la posibilidad de que mucha más gente pueda darse a conocer. Son desplegables a todo color, con fotografías realizadas por Juan Manuel Chaves, que no ilustran el texto, que no buscan dirigir la lectura hacia un lugar”, explicó el poeta.
Los poemas del nuevo trabajo del autor de Rebelde acontecer. Relatos de la resistencia peronista abordan el exilio, lo que definió como "un tema muy sensible para muchos y para mí en particular”. “No sé porque necesité 38 años para poder escribir sobre el exilio, no lo pude hacer antes, es algo muy fuerte. El exilio es una condena que la sociedad no la considera mucho, hay poco escrito al respecto y el exilado fue una más de tantas víctimas de aquella dictadura”, resaltó.
“El exilio deja muchas huellas”
Chaves atravesó tres exilios: uno que comenzó en 1978 hasta 1981, otro después de Malvinas y un tercer exilio en la democracia, que pasó en Montevideo y en San Pablo. Durante el gobierno de Alfonsín fue acusado de combatir a la dictadura militar en forma organizada. "Esto de organizado era lo importante, porque ese sentido de organización fue la que posibilitó que nos juzguen por asociación ilícita. Por eso siempre pensé que fuimos unos tontos, deberíamos haber peleado contra la dictadura de manera desorganizada. Suena gracioso hoy día, pero a mi aquello me cago la vida, en tiempo donde todo el mundo volvía a la Argentina, yo me tuve que ir, pero por suerte pude escribir”, comentó.
Para el escritor y poeta estos versos significaron la posibilidad de poner sobre la mesa esa experiencia y la de su familia en el exilio: “La poesía es la palabra convertida en una herramienta de comunicación, expresión y de vida. Cosas que no podemos manifestarla de otra manera la expresamos a través de la poesía, y de ese modo nos cuestionamos y construimos una memoria diferente”.
“Poner en palabras es un paso para sanar y tiene mucho que ver con la memoria. Hace mucho tiempo vengo trabajando sobre la construcción de una memoria que no nos ate al pasado, pero que tampoco lo niegue. Una memoria fresca, nuestra, una memoria preñada de futuro y en ese andar he aprendido muchas cosas”, describió. “Dicen que no existe una memoria individual, la memoria siempre es colectiva, porque está influenciada por la situación del momento en que se produce y se recuerda el hecho. La memoria tampoco es un archivo, es una construcción social que se hace desde el presente. Y es selectiva y debe ser necesariamente critica”, agregó.
“La sociedad nuestra está construyendo una memoria, llevamos años en esa tarea y no cuesta mucho todavía. Pero hay que contar lo que nos pasó, lo que le paso a otros, a los compañeros, al país, es una forma de mantener viva la memoria y actualizarla. El nunca más nos trajo muchas cosas positivas, pero también nos trajo alguna restricción”, señaló. “Nos hemos acostumbrados a una memoria que trabaja sobre cómo nos persiguieron, como nos torturaron, nos mataron, es la memoria del horror y hay que salir de eso, porque es insuficiente y da miedo. Para pasar a construir una memoria de los que se organizaron contra el horror, porque esa memoria enseña. A esa construcción le estamos metiendo pata”.
Finalmente expresó que la presentación de los desplegables y la Editorial Gatos Negros forman parte “de una movida que existe en nuestra región, que ahora con la pandemia quedo un poco solapada, pero que tiene una dimensión muy importante y que se va a manifestar en algún momento. Estamos en la antesala de una eclosión cultural de proporciones inusitadas, más fuerte que la última expresión cultural que hubo en la región que fue en los años ´60 y nosotros con la editorial somos parte de ese proceso que nos involucra a todos”.
“Si a mí me preguntaran hoy que es lo más importante desde el punto de vista social y político que está sucediendo en la región, no diría que es la política, el hecho más importante de la región, para no hablar de todo el país, es ese proceso cultural que se está gestando y que tiene dimensiones nunca vistas”.
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