Fernando Pepe despidió al investigador, docente, historiador y gran defensor de la causa indígena que falleció este sábado.
Juan Chico falleció el 12 de junio a los 45 años en la provincia de Chaco como consecuencia del coronavirus, según comunicó la Fundación Napalpí de la que era presidente vitalicio y socio fundador. “Juan fue un ejemplo para todos nosotros”, aseguró el antropólogo Fernando Pepe. Para el integrante del colectivo GUIAS (Grupo Universitario de Investigación en Antropología Social) fue "un hombre que creció y logró una trascendencia nacional, un hombre sin techo y con mucho futuro”.
“Era un amigo, un hermano, un compañero trabajador del Instituto (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) que hemos perdido, un hombre del cual aprendimos muchísimo, un hombre honesto, inquieto, trabajador, un militante del que no logramos todavía dimensionar su figura”, expresó el coordinador del Programa Nacional de Identificación y Restitución del INAI.
Juan Chico fue autor de los libros Voces de Napalpí y Los qom de Chaco en la guerra de Malvinas, escrito en lengua qom y traducido al español, que recogió por primera vez el testimonio del veterano de Malvinas qom Eugenio Leiva, uno de los primeros 25 soldados que se animaron a denunciar las torturas durante la guerra. “Juan se encontró también con los hombres del pueblo Qom y Mocovi, que fueron como conscriptos a Malvinas y habían quedado olvidados y también con las madres que quedaron esperando a esos hijos que nunca más volvieron de la guerra”, explicó.
“Se fue construyendo ese militante que se transformó en un maestro y en guía de todos nosotros”
Dedicó gran parte de su vida a divulgar la Masacre de Napalpí ocurrida en 1924, donde fueron asesinados cientos de hombres y mujeres de las comunidades por protestar por las condiciones en las que vivían en la reducción. “Su militancia y su compromiso lo llevaron a recoger testimonios de los ancianos y ancianas de la comunidad, de ese modo encontró por ejemplo a Rosa Grillo, anciana sobreviviente de Napalpí”, agregó.
“Juan empezó su lucha visibilizando a la comunidad donde nació y donde hoy fueron enterradas sus cenizas junto a su madre en la Colonia”, recordó Pepe.
Además, Chico fue uno de los impulsores de la ley 7.277 de la Provincia del Chaco que declara el 26 de agosto como el "Día del Veterano y Caídos Indígenas en la Guerra de Malvinas" en consonancia con el levantamiento que encabezó el gaucho Antonio Rivero en 1833 contra la usurpación británica de Malvinas que contó con la participación de indios charrúas.
“A través de esa militancia visibilizó primero el genocidio hacia el pueblo Qom y luego a través de los seminarios sobre reflexión del genocidio que estaba realizando en los últimos años, ayudo a pensar el genocidio que sufrieron todos los pueblos del gran Chaco y los pueblos de la Argentina en general”, recordó Pepe.
“Su muerte ha sido invisibilizada por los medios, ha pasado desapercibida y debería significar un gran dolor y no solo para el mundo indígena. Será una tarea nuestra poner en el lugar que se merece la memoria de Juan Chico que hoy según la tradición Qom se ha trasformado en una estrella”, concluyó Pepe.
"Un viajero, que recorrió todo del país, para dejar su palabra"
Fernando Pepe compartió una anécdota con Juan Chico donde resaltó su compromiso y su militancia:
“En el año 2016 los trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos organizamos en el Espacio Memoria y Derechos Humanos, el Primer Encuentro Internacional de Fotografía y Derechos Humanos Derechos en foco. En ese marco organice un foro sobre pueblos originarios donde participó el poeta wichí Lecko Zamora, un sabio para mí, Eugenia Morey, antropóloga de la Universidad de Buenos Aires, que fue la primera echada del INAI por el macrismo, que estaba trabajando con nosotros la restitución de los tres hombres wichí que integran las colecciones de restos humanos del Museo de Ciencias Naturales de La Plata, la antropóloga Patricia Arenas, que trabajo con nosotros la restitución de Damiana y Juan Chico. Juan entonces viajó desde el Chaco, para llegar y exponer durante 20 minutos y regresar en moto a tomarse el colectivo para volver a Resistencia. O sea, estuvo 20 minutos y volvió al Chaco otras 20 horas más de viaje, en total 40 horas para hablarnos 20 minutos. Ese era Juan Chico, un compañero, un viajero, que recorrió todo del país, para dejar su palabra, dar testimonios y visibilizar la lucha de los pueblos originarios y por eso hay que recordarlo con alegría, con ese andar despacio, andaba cansado Juan, pero nunca jamás retrocedió un paso”.