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Informe especial: mitos y verdades sobre la liberación de presos

El aterrizaje del coronavirus en suelo argentino, y su consiguiente propagación, volvieron a poner en el centro de la escena el debate sobre la situación carcelaria y las condiciones de encierro.

En la provincia de Buenos Aires, la totalidad de las dependencias de reclusión alojan a unos 48.000 presos -lo que supone cerca del 50% de superpoblación- que están a la espera de un juicio o cumpliendo su pena en un contexto marcado por hacinamiento, desnutrición y falta de higiene. Todos estos elementos contribuyen a generar un potencial caldo de cultivo para que el contagio se dispare en el interior de las cárceles y posteriormente hacia afuera.

En sintonía con las medidas que se tomaron en países de todo el mundo para hacerle frente a un cuadro semejante, desde el Poder Judicial ya se están instrumentando políticas para descomprimir la población de las cárceles, basándose en un criterio que sólo beneficia a una fracción que está en riesgo (mayores de 60 años, con enfermedades crónicas y mujeres embarazadas o que tengan hijos y/o hijas a su cargo), o que hayan cumplido con su condena. La iniciativa generó una avalancha de fakenews, twitteos que corren el eje del debate y un cacerolazo que se hizo escuchar en distintos puntos del país.

En la edición matutina de #FuturaEnCasa, los comunicadores que integran el equipo le dedicaron una ronda de análisis a la cuestión, centrando la atención en desmontar titulares confusos, rebatir opiniones infundadas y proponer líneas de pensamiento más amplias para abordar el tema en toda su complejidad: “La situación que cambió el rumbo de todo esto fue el motín de Devoto, ahí se abrió la puerta mirada general que empezó a ensombrecer cualquier tipo de debate, ahí se empezó a decir que acá se están liberando masivamente a los presos con la excusa del coronavirus”.

En los números se habla de más o menos 2000 presos, o sea, 2000 personas que salieron del servicio penitenciario. Ahora bien, salieron a: o bien tener una prisión domiciliaria, o bien a un hospital, o bien lograron la salida porque su condena estaba ejecutada, hay gente que salió porque ya tenía que salir, como hubieran salido en cualquier momento de su vida por fuera de la pandemia. Los números de los que habla el Ministerio de Justicia dicen que hay una doscientas y pico de personas a las cuales se les dio la prisión domiciliaria por ser pacientes de riesgo en el marco de la pandemia, un número menos para los 48.000 presos que tenemos en la provincia de Buenos Aires, aún así el debate está instalado y se llegó al extremo de que en el día de ayer hubo una suerte de cacerolazo en distintos puntos del país”, explicó el periodista Juan Delú enfocando la situación en el Sistema Penitenciario Bonaerense.

Roberto Cipriano García, secretario de la Comisión Provincial por la Memoria, se sumó a la mesa de trabajo donde se refirió a los dichos que hizo la ex ministra de seguridad Patricia Bullrich en twitter, donde acusó al organismo de presionar jueces para obtener liberaciones masivas de presos: “No me sorprende, nos tiene acostumbrados a esos discursos y a otros mucho peores, ha sido una persona muy coherente a lo largo de toda su carrera política: inauguró la doctrina chocobar, justificó que un policía mate por la espalda a una persona desarmada, y no sólo lo justificó sino que lo sostuvo, lo promovió, creó un andamiaje legal para sostener esas situaciones, esa es Bullrich. En este punto solamente hay que ir a la página web de la Comisión, ver los informes anuales y comprobar la autonomía que hemos tenido como organismo público de derechos humanos y cómo ha denunciado a todos los gobiernos de la provincia de Buenos Aire como también vamos a denunciar a este gobierno si efectivamente las cosas no cambian y no trabajan para que desaparezcan las violaciones a derechos humanos en lugares de encierro”.

A modo de reflexión, Delú subrayó la importancia de ejercer el oficio de la comunicación con mayor seriedad para no aprovechar el manejo de la información a los fines de propiciar la confusión generalidad: “Creo que en este fango el cual estamos todos metidos una cosa es la persona que por desinformación pero quizás con buena intención creyó una noticia y salió a manifestarse y otra cosa es la gente que puede buscar y encontrar la información y está haciendo un uso de todo esto, creo que son dos sectores muy distintos de los cuales tenemos que decir cosas muy distintas también”.

Escuchá/descargá el informe completo:

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