Inicio Categorías Cultura Loa a la tierra: pensar la resistencia y la dicha desde un jardín

Loa a la tierra: pensar la resistencia y la dicha desde un jardín

En su columna semanal, Gabriela Pesclevi presenta el libro Loa a la tierra. Un viaje al jardín, de Byung-Chul Han.

Byung-Chul Han nació en Surcorea y desde los 26 años vive en Berlín. Desde allí escribe, a lo largo de tres años Loa a la tierra, un diario sobre su relación con la tierra y el trabajo de crear un jardín en el patio de su casa. La obra fue publicada en 2019 en español por Herder Editorial.

Es casi el libro de un botánico, porque el se posiciona en el jardín, pero al mismo tiempo es una meditación sobre la belleza y una reflexión urgente sobre la necesidad de cuidar la tierra, es un libro sumamente moralista. También se pregunta ¿qué ha pasado con este problema que tenemos sobre las catástrofes naturales? ¿De dónde surgen? Él dice que hemos dejado de ver y oír la tierra. Y también es una lectura de las estaciones del año, presentó Gabriela Pesclevi en Rap de las hormigas. En este diario están presentes también las percepciones del cuerpo, historias míticas, producciones poéticas, viajes.

El jardín es entendido, además de como un lugar de dicha y redención, como un lugar de lo distinto. Si hay algo que a él no le gusta en esta labor es lo monocorde, batalla contra la mismedad, agregó Gabriela.

Este es el libro díscolo de este autor, porque él suele hablar de los estragos del capitalismo, las sociedades y los sujetos del rendimiento”, explicó Gabriela. Entre sus títulos más conocidos figuran En el enjambre, Sociedad del cansancio o Aroma del tiempo. Un ensayo filosófico sobre el arte de demorarse.

Loa a la Tierra, más que un ensayo, son las confesiones y reflexiones de Byung-Chul Han surgidas en el tiempo dedicado a su jardín. A caballo entre la filosofía, la espiritualidad y la poesía, esta obra ofrece bellos textos e ilustraciones sobre cada una de las plantas que cultiva el filósofo. De esta manera, su lectura nos hace ser conscientes de la belleza floreciente de nuestro planeta, llena de magia, misterio y singularidad.

Fragmento de la contratapa del libro

Escuchar/Descargar la columna completa

Artículo anteriorMúsica de Marcha, con Laika Perra Rusa
Artículo siguienteUn viaje por los días de Julio Ramón Ribeyro