Inicio Rap de las hormigas Un viaje por los días de Julio Ramón Ribeyro

Un viaje por los días de Julio Ramón Ribeyro

A 90 años del nacimiento del reconocido autor peruano, Gabriela Pesclevi habla del registro que dejó en su diario personal e invita a la lectura de su obra.

Julio Ramón Ribeyro nació en Lima el 31 de agosto de 1929. En su país fue distinguido con el Premio Nacional de Literatura (1983) y el Premio Nacional de Cultura (1993), habiendo sido galardonado también en 1994 con el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo. Es considerado uno de los mejores cuentistas hispanoamericanos. La tentación del fracaso es el diario personal del escritor y abarca el período 1950-1978. En ese tiempo, viaja por España, Francia, Alemania, Bélgica y Perú junto a su familia. 

En este diario aparece la literatura. Hay entradas que pueden ser los comienzos de cuentos. Está atravesado por una constelación literaria, guarda esa dimensión, ese encanto, a la idea de enumerar lo que nos pasa en un día, que también es literatura, señaló Gabriela. Allí aparecen notas acerca de la escritura y de escritores, reflexiones sobre lecturas que realiza el autor, formas de vidas de los otros y las otras. “Trae nombres que para nosotros son desconocidos. Pienso mucho estos desconocimientos, porque de lo que hablamos es de una información rota y resquebrajada entre nuestros países vecinos. Nos falta una historia integrada latinoamericana que nos permita llegar a lxs otrxs, una historia grande a la que tenemos que amar. Eso lo digo en función de qué pasa con la historia cultural y literaria latinoamericana, con el universo libresco, de los libros que resulta muy importante dar a conocer en Argentina. Hay que hacer un esfuerzo por encontrarse con esa literatura” , agregó en Rap de las hormigas.

En el período en que Ribeyro escribe este diario hay tres hechos importantes en su vida: la escritura de su tercera novela Cuestión de guardia, el diagnóstico de graves enfermedades y el nacimiento de su hijo. “Este libro es un ping pong entre el entusiasmo y el malestar y su devoción por diferentes obras”, sintetizó Gabriela.

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