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La Escuela de Arte de Berisso participó del Congreso de Danzas con su sonido propio

Dirigida por el profesor Ricardo Zapiola, la Orquesta Ensamble de Tango de la Escuela se presentó en el 18° Congreso de Danzas Arte, Educación y Derechos. Con bandoneones, saxo, guitarra eléctrica y voces jóvenes, esta formación estudiantil demuestra que el tango está vivo, se reinventa y se defiende desde las aulas públicas hacia la comunidad.

En tiempos donde muchos insisten en encerrar al tango en vitrinas de museo, desde Berisso llega una experiencia que demuestra lo contrario. La Orquesta Ensamble de Tango de la Escuela de Arte —una formación nacida en el ámbito público educativo— será parte del 18° Congreso de Danzas Arte, Educación y Derechos, organizado por la Escuela de Danzas Tradicionales José Hernández en el Centro Cultural Islas Malvinas.

Participar del Congreso es un hecho muy importante y nos pone muy contentos”, celebra su director, el profesor Ricardo Zapiola, quien sostiene este proyecto desde hace tres años. No se trata solo de tocar, sino de salir a escena con una convicción clara: el tango también se aprende tocándolo frente a otros. “Siempre trato de que la actividad no quede solo en las aulas o en las muestras de fin de año, sino que pueda presentarse en diferentes ámbitos, salir del aula para mostrar lo que estudiamos pero también para difundir el tango como nuestra música y una herramienta de expresión”, dijo Zapiola.

“El año pasado participamos de un encuentro de orquestas en la Universidad Nacional de Buenos Aires; este año estuvimos en un Congreso de Educación Artística en Chascomús y fuimos parte de la Fiesta del Vino de la Costa en Berisso y, hace poco, estuvimos en la Escuela Secundaria N°70”, repasó en diálogo con Cacodelphia.  

“Para los alumnos es una gran experiencia poder tocar en estos ámbitos. Si bien algunos tienen más experiencia que otros, en general estas salidas enriquecen a todos. Compartir nuestro trabajo con otras instituciones es algo que hacemos desde el comienzo mismo de la orquesta. Siempre hemos tenido vínculo con la Escuela de Danzas Tradicionales José Hernández de La Plata e incluso con la Escuela de Danzas Clásicas, donde prepararon coreografías sobre temas que interpretamos. Con ellas hicimos presentaciones conjuntas para la Semana de las Artes”, dijo.  

El ensamble no responde a un formato tradicional. Conviven bandoneones, piano, guitarra y contrabajo con guitarra eléctrica, saxo, clarinete y flautas. “Trabajamos con instrumentos típicos del tango, pero también con instrumentos eléctricos. Con esta formación un tanto atípica la orquesta va encontrando su propio sonido, y ese es uno de los objetivos”, afirmó Zapiola.

Esa mezcla genera más que un repertorio: construye identidad. Y lo hace con una ética clara: el disfrute primero, la técnica después: “Creo que es un desafío para cualquier materia, conseguir que los alumnos puedan disfrutar del hecho de hacer música. Eso es lo que logramos saliendo del aula”.

Para muchos estudiantes, esa salida es una revelación. “Cuando descubren que el tango no es solo un contenido curricular, sino una forma de expresión propia, lo asumen de otra manera, como algo nuestro”, señaló Zapiola. Y ese es, para él, el mayor logro, que el tango siga creciendo porque otros lo toman y lo hacen propio. “Las nuevas generaciones se acercan a esa música que nos conecta con un pasado y con un presente” dijo.

El tango como puente entre generaciones

En apenas tres años, la orquesta ya grabó “La Yumba” de Pugliese y “Milonguita popular”, un tema inédito de una de sus cantantes, Triana Redondel. También fue semillero de nuevos proyectos. “La Monte, una orquesta de Berisso, surgió de la Ensamble, todos sus integrantes pasaron por allí y esto lo cuento con orgullo”, destacó Zapiola.

“El repertorio de la orquesta se arma en función de la instrumentación disponible. Tengo arreglos originales de orquestas de tango y también algunos propios, y lo que hacemos es adaptar ciertos temas según los cantantes y los instrumentos que hay en cada momento. Nos ha pasado, por ejemplo, de tener cuatro bandoneones un año y solo uno al siguiente. La idea siempre fue trabajar distintos estilos, porque no es posible profundizar un solo estilo orquestal en un año. Por eso abordamos arreglos de Pugliese, como ‘La Yumba’, arreglos originales de Troilo a partir del tango ‘Sur’, y también de la orquesta de Varela. A partir de la inquietud de los alumnos comenzamos también a incorporar un tango más contemporáneo. Tratamos de abarcar todas las épocas”, explicó Zapiola.

Desde la cátedra planean volver a invitar este mes a Julián Peralta, quien ya compartió encuentros con los estudiantes en otras oportunidades. También pasaron por allí músicos como Leonardo Gianibelli y Rodolfo Mederos. “Buscamos que los alumnos puedan tener diferentes miradas sobre el tango, por eso generamos encuentros con distintos músicos. Hace poco estuvo con nosotros Leandro Gianibelli, percusionista de La Guardia Hereje, que nos habló sobre cómo componía Jorge Alorsa, de quien estamos trabajando ‘Canción para Mandinga’. Son experiencias muy enriquecedoras porque permiten apreciar el tango más allá de lo musical o lo técnico, también desde lo compositivo”, contó Zapiola.

La fuerza de la escuela pública

Ricardo Zapiola forma parte de la Escuela desde hace trece años y desde hace tres está al frente de la orquesta. Este año, además, sumó un rol adicional: por cuestiones de cursada, el pianista no pudo continuar y él mismo tomó el piano dentro del ensamble. “En la Escuela doy una materia que se llama Ensamble de Tango, que fue la semilla de la orquesta. Esa materia se dicta en el tercer año del profesorado y, con el tiempo, los alumnos comenzaron a engancharse cada vez más con el tango. Incluso aquellos que ya la habían aprobado volvían al año siguiente porque querían seguir tocando. Ahí me di cuenta de que hacía falta un espacio más permanente, no solo una materia, sino un lugar de trabajo y de búsqueda colectiva. Así nació la orquesta”, explicó.

Entre cambios de instrumentistas, rotación de alumnos y la fragilidad típica del ámbito educativo, el proyecto de la Orquesta avanza a fuerza de voluntad. “No todo es color de rosas, pero por suerte hay mucha voluntad, los alumnos se enganchan y están entusiasmados. No nos olvidemos que hablamos de una orquesta conformada dentro de una escuela pública, lo que le da muchísimo más valor”, dijo.

“La carrera de tango aún no está institucionalizada en la Escuela. Por ahora solo existe esta materia dentro del espacio curricular. Hay un proyecto para crear una especialización en tango; en este momento la única que está vigente es la de jazz. La idea es que en algún momento se puedan abrir las otras dos carreras que faltan: tango y folklore”, contó Zapiola.

Hoy, la orquesta funciona como un proyecto institucional. Y aunque la carrera de tango todavía no está formalmente instalada en la Escuela de Arte, los propios estudiantes ya pidieron su especialización.  

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