Inicio Destacados José Luis Aguirre: “La canción es un lugar de resistencia y memoria”

José Luis Aguirre: “La canción es un lugar de resistencia y memoria”

El compositor y poeta cordobés llega al Konex para recibir el Diploma al Mérito en Música Popular. El artista de Traslasierra se prepara para su primera gira solista por Europa, siempre desde la independencia y con un profundo compromiso con la cultura popular.

José Luis Aguirre atraviesa un momento consagratorio. Tras presentarse en La Plata con localidades agotadas, este martes 9 llegará al Centro Cultural Konex para recibir el Diploma al Mérito otorgado por la Fundación Konex en la categoría Música Popular. El miércoles 10 cerrará su paso por Buenos Aires en el espacio Hasta Trilce, antes de emprender su primera gira solista por Europa.

“Estoy muy contento y muy agradecido por esta distinción, por compartir con grandes amigos, referentes del canto popular, y por poder representar a mi provincia y a mi región de Traslasierra. Trataremos de estar a la altura de la circunstancia”, expresó el músico, que en 2024 recibió el Premio Consagración en el Festival de Cosquín y fue elegido por la prensa especializada como artista destacado del año.

Con siete discos, tres libros y un camino independiente que sostiene desde hace décadas, José Luis Aguirre reivindica la raíz serrana y una mirada crítica sobre la realidad. La Fundación Konex lo distinguió como uno de los artistas más influyentes de la última década, un reconocimiento que en el pasado recibieron figuras como Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui y Astor Piazzolla, y que este año comparte con Raly Barrionuevo, Soledad Pastorutti, Nadia Larcher y Nahuel Pennisi.

“Hace muchos años que vengo vinculado con la canción; siempre escribí mis temas buscando contar una realidad y opinar sobre muchas cuestiones. Grabé discos de autor y siempre estuve del lado de lo independiente, trabajando en los estudios de Córdoba. Entonces, estar entre esos grandes artistas para mí es un honor, y además me gusta que esté presente la mirada que tenemos algunos artistas sobre el folklore y la cultura”, señaló en diálogo con Cacodelphia.

Más allá de los premios, Aguirre pone el foco en el valor social de su propuesta: “Que después de muchos años la gente siga apoyando esta propuesta artesanal para mí es un milagro y siento un inmenso agradecimiento porque es lo que me permite estar en casa con mi familia y al mismo tiempo seguir haciendo este arte de manera independiente”.

Sostiene que la música popular folklórica está viva y lejos de la etiqueta de “género menor”. Para Aguirre, no es un vestigio del pasado, sino una raíz en constante movimiento que dialoga con lo cotidiano y con los nuevos lenguajes artísticos. “Desde chico estoy vinculado a la música, y con el tiempo he profundizado la mirada en esa raíz que viene de hace cientos de años, que sigue viva y sigue teniendo un protagonismo muy importante”. En su mirada, el debate que despierta el folklore es una señal de vitalidad, una tradición que no se congela en los museos ni se reduce a la postal turística, sino que se reinventa en cada generación, en cada peña y en cada canción nacida de la vida popular. “Si se habla tanto del folklore, denostándolo y desprestigiándolo es porque algo está pasando”, dijo.

“A mí me gusta que hablen, porque se nota que algo está pasando. Además, da cuenta de que esa música, nacida de la mezcla de un continente, que viene de lejos y forma parte de la música del mundo, está viva y todavía tiene un montón para decir. Hay allí poesía, familiaridad y popularidad, se expresa en esa canción lo que hablamos en la cotidianidad, en la mesa, el humor y también la profundidad de una cultura que se viene construyendo hace muchísimo tiempo y que toma raíz en los nuevos conjuntos muy bien preparados para defender nuestra cultura”, señaló.

Para Aguirre, la canción popular es también una herramienta de resistencia cultural. En su mirada, no se trata solo de un lenguaje artístico, sino de un modo de defender la memoria colectiva y de mantener vivas las raíces frente a un contexto de fragmentación social. “Es este un momento crucial, donde la palabra cultura defiende lo esencial que es nuestro territorio. Y a veces lo único que se le opone a todo es la palabra y las canciones de un movimiento artístico que defiende la belleza, la cultura, al ser humano y a nuestra patria", dijo.

El músico también se detuvo a pensar en la misión del arte en tiempos de urgencia. “El arte no es solo para entretener o hacernos olvidar, sino también para transformar algunas cosas. Necesitamos de la conciencia del arte, porque si no nos quedamos en lo que se produce en serie. El arte nos da la posibilidad de ver algunas cosas que quizá no estemos viendo”, señaló. Luego citó una copla que sintetiza su mirada: Yo no canto porque sepa, que te puedo aconsejar; canto para recordarme lo que no quiero olvidar. “Eso es lo que dice una copla. Entonces eso es lo que simplemente trato de hacer: escribirme y escribirle a la gente para que nos acompañemos en este tiempo tan especial”, concluyó.

Con una obra que combina poesía, compromiso social y raíz popular, Aguirre sintetiza el sentido de su camino: “Cuando llegan gobiernos que pretenden borrar nuestra historia ahí está la canción, que nos invita a reconocernos en el barrio en el que vivimos”.

“La cultura de nuestros abuelos y de nuestra gente se ve en las peñas, donde hay un movimiento muy renovado que ha encontrado respuestas también en ese espacio. Poder encontrarse en la música, en la cultura y, a través de ellos, en los ancestros, los abuelos, la madre tierra, el agua, el sol y todo aquello que nos conforma como seres humanos íntegros: eso es lo que tenemos, eso es lo que somos y eso es lo que queremos ofrendar en estos tiempos”, expresó.

Finalmente, José Luis Aguirre hizo un enérgico llamado a la solidaridad y la justicia internacional, reclamando el cese de la violencia en Palestina. “Basta de la masacre a ese pueblo”, dijo, y denunció a “todos los secuaces mundiales que están asesinando a un pueblo a cara destapada”, subrayando su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la dignidad de los pueblos en conflicto.

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