El anuncio fue presentado por el vocero Manuel Adorni. El expresidente del Correo Argentino, Eduardo Di Cola, explica que el servicio ya está desregulado y brinda detalles de cómo funciona la actividad postal en el país.
En su estrategia de liberalización y privatización, el Gobierno anunció una nueva medida. Esta vez, se trata del servicio de correo postal. La decisión fue anunciada por el portavoz presidencial, Manuel Adorni.
“El disparador informativo fue cuando se señaló que se desregulaba la actividad postal. En realidad está absolutamente desregulada desde hace 30 años. Compiten en el mercado con el Correo Argentino muchas empresas privadas, que es fácil comprobarlo cuando recibe un cedulón impositivo, de algún servicio, gas, luz”, explica el ex presidente del Correo oficial.
En ese sentido, Eduardo Di Cola, amplía que “el mercado está desregulado, de tal manera que la información tal como apareció en su momento no tiene nada de novedoso, esto es llamativo porque no se alcanza a comprender cuál es el sentido que se le está dando a esta nueva información o actitud que está instrumentando el gobierno con relación al correo”.
“No están agregando nada nuevo porque podrían plantear que quieren privatizarlo, pero no se puede privatizar. El artículo 4º de la Constitución Nacional establece que el Gobierno federal tiene que hacerse cargo de los gastos de la Nación y agrega que lo hace a través del Tesoro Nacional con recursos que provienen de los impuestos que establezca el Congreso, de los impuestos de exportación e importación y de la renta del correo”, describe en Los Mundos Posibles.
A pesar del relato oficial de libre competencia entre privados, el entrevistado remarca que la diferencia clave del correo oficial es que "se le impone la obligación de llevar una correspondencia a cualquier lugar del país en donde haya un argentino. Si una empresa privada no cubre ese destino y en consecuencia no le recibe la carta, o si se la recibe, luego va, le pone una estampilla y termina enviándola a través del correo oficial. Entonces este servicio público debe garantizarse”.
“Esto no significa que deba hacerlo en forma ineficiente, que deba gastar más de lo que corresponda, no estamos hablando de eso. Eficientizar es necesario, siempre las cosas se pueden mejorar, pero hay que abordarlo de esa perspectiva y no del discurso facilista, de decir vamos a hacer cosas que por otra parte ya vienen haciéndose hace 30 años”, concluye.