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“Quiero volverme tiempo", un documental que retrata la vida de Víctor Heredia

El film de Maximiliano González narra la vida y obra de un artista trascendental de la música popular Argentina.



“Quiero volverme tiempo. Víctor Heredia y Latinoamérica” narra la vida y obra de Víctor Heredia: desde el debut en el Festival de Cosquín hasta su consagración como uno de los músicos populares más importantes de la Argentina.
Busqué hacer una relación entre su obra y la historia política latinoamericana de los últimos 60 años, es decir, cómo los sucesos políticos del continente, influenciaron su obra y como su obra se transformó en himno en algunos de estos países”, explica el director de la película, Maximiliano González.

“Muchos de los temas que venía trabajando en mis anteriores películas atravesaban lo social, lo histórico, lo político y la memoria. Encontré ahí un pretexto ideal no solo para homenajear y recorrer la obra de Víctor Heredia en Latinoamérica, sino, también, para hacer el cruce de sus obras con todas esas temáticas”, dice el guionista y director misionero. “Y creo que es una buena oportunidad, para que las nuevas generaciones conozcan la obra de Víctor”, asegura.

Estrenado en octubre del año pasado el film muestra al cantor, compositor y escritor, regresando al barrio de su infancia a Paso del Rey, a la estación de tren donde se inspiró para escribir “El viejo Matías”, y al patio donde jugaba con su hermana María Cristina. “Anduvimos por distintos lugares, donde hacía mucho tiempo que Víctor no iba, como la casa de Paso del Rey, el Parque de la Memoria, aquella Estación de trenes, donde compuso aquella canción. De ese modo rememoró situaciones muy lindas y muy dolorosas que lo emocionaron y conmovieron”, dice a Cacodelphia.

El film cuenta con testimonios de Teresa Parodi, León Gieco, Víctor Heredia, Peteco Carabajal, Joan Manuel Serrat, Pedro Aznar, Ricardo Flecha, Carolina Peleritti y Marisa Bonzon, entre otros artistas que trazan un perfil humanista y dan cuenta del carácter social de las canciones del artista nacido en Buenos Aires, el 24 de enero de 1947. “Busqué hacer una especie de fresco que también sea un homenaje para todos ellos, no es que solo aparecen hablando de Víctor, sino están dando cuenta de un momento histórico del continente y de la canción”, suma.

Maximiliano González ha recibido números premios y sus realizaciones han sido reconocidas tanto en festivales internacionales como del país. Como director y guionista realizó, “La Soledad” (2007), “La Guayaba” (2013) y “Lejos de Pekin” (2020). Además, fue guionista de películas como “Maracaibo” (2017) y “La mala verdad” (2011). Y para televisión ha escrito y dirigido unitarios y series como “El vasco de la Carretilla” (2013), “El ángel de la selva” (2013), “La riña” (2013), “Aquellos días felices” (2014), “Mis noches sin ti” (2015) y “Las palomas y las bombas” (2019). “Quiero volverme tiempo. Víctor Heredia y Latinoamérica”, es su primer largo documental.

Producido por el director de cine Luis Sartor el film cuenta con imágenes cotidianas y documentos históricos, nunca antes vistos y que fueron cedidos por el propio artista. “En una de ellas se lo ve a Víctor cantando, ‘Razón de vivir”, con Mercedes Sosa, en el living de su casa. Y en otra en Santiago de Chile, donde llegó a realizar un homenaje a Víctor Jara, todavía con Pinochet como presidente, y donde lo podemos ver adentro de la sala minutos antes de salir al escenario, recibiendo la noticia de la cancelación del concierto, mientras se van apagando todas las luces”, destaca González.

Entre otros momentos, la película narra el encuentro con Mercedes Sosa en Cosquín y revela cómo la cantora e intérprete tucumana, terminó siendo la madrina artística del autor de canciones emblemáticas y ganador de un Premio Grammy a la excelencia musical. “El primer momento donde Víctor se quebró en la película, fue cuando nombré a Mercedes Sosa, a quien consideraba su segunda madre”, cuenta el director. “Cada recuerdo con ella, cada vez que contaba algo de ella, desde sus comienzos en Cosquin, donde lo apadrino, hasta sus últimos encuentros, reflejan el amor y la relación que mantuvieron”, detalla.

En 1967, Víctor Heredia se presentó en el Festival de Cosquín, donde ganó el premio Revelación Juvenil con la zamba “Para Cobrar Altura”, de su autoría. Luego realizó una serie de recitales bajo el nombre de “Gritando Esperanzas”, título de su álbum debut, editado en 1968. Y dos años después de su debut en Cosquín en 1969, recibió el premio “Consagración” y editó el disco "Víctor Heredia". El mismo año compuso “El Viejo Matías”, disco que superó las 500 mil copias vendidas en 1970.

“Víctor llegó a Cosquín de manera azarosa y la película cuenta algo de esa historia, su presentación sobre el escenario, el premio revelación y el vinculo que allí mismo nació con Mercedes Sosa, quien luego de escucharlo se lo llevo a una gira que entonces estaba realizando, donde la presentaba y lo dejaba cantar sus canciones. A partir de ahí no dejó de apoyarlo en todo lo que fue su comienzo artístico”, repasa.

Música y Derechos Humanos

Otro aspecto central de la película tiene que ver con el vínculo que une la vida de Heredia con los organismos de derechos humanos. “Los derechos humanos son centrales en su vida. La desaparición de su hermana, María Cristina, marco absolutamente la vida de toda la familia. En la película, dice: ´María Cristina soy yo´. Esa desaparición, como así también sus dos exilios, marcaron parte de su historia”, agrega.

La hermana del cantor, María Cristina Cournur Heredia de Grandi fue secuestrada junto a su pareja, Claudio Nicolás Grandi, el 17 de Junio de 1976 de la casa familiar. Ambos permanecen desaparecidos desde entonces. María Cristina, se encontraba embarazada de cinco meses, su hijo/hija habría nacido en cautiverio. Luego ante la presión de la dictadura, Heredia, se exilió primero en Madrid y después en Roma.

“Luego del secuestro y la desaparición de su hermana, Víctor, se exilió primero en España, pero regresó en 1978, donde la amenaza recrudeció nuevamente. En ese tiempo estuvo constantemente amenazado, cambiando de casa en casa y escapando. En 1979, inició, entonces, su segundo exilio, que vivió, obviamente, con un gran dolor, por ver a su madre sufrir, igual que al resto de la familia. En esos años su papá fallece de tristeza”, relata González. “A partir del regreso de la democracia, Víctor Heredia, será una figura central ligada a los derechos humanos, a las Madres, a todas las luchas de memoria, verdad y justicia. Dentro de su vida todo eso ocupa un lugar central”, explica el director.

En 1982, Víctor se presentó en el Estadio Obras junto al Cuarteto Vocal Zupay. Dos años después, volvió a Cosquín y ese mismo año fue invitado a participar de los recitales de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés en Obras Sanitarias. Luego realizó junto al Cuarteto Zupay y a César Isella los recitales “Canto a la Poesía”, en el Luna Park y en 1986 presentó un disco doble, titulado "Taki Ongoy" que ocupa un lugar central en el film.


“Taky Ongoy, es una enorme obra que Víctor hace en el momento cumbre de su vida artística, un disco maravilloso y muy arriesgado, que plantea el otro punto de vista de la conquista española. Es un trabajo que le trajo muchos problemas, porque los medios no lo quisieron difundir, la iglesia lo quiso excomulgar y el gobierno español pidió que sea prohibido. Por todas estas cuestiones, ese disco considera que fue una bisagra en su carrera”, describe.

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