Con la plaza del Congreso como punto neurálgico y réplica en 40 ciudades a nivel federal, la actividad puso de manifiesto el descontento del sector con las políticas que impulsa el Gobierno de Javier Milei. El rechazo al DNU y la Ley Ómnibus fueron los ejes centrales de una convocatoria masiva.
Embanderados con el lema “Encendemos la lucha para que no apaguen la cultura”, el colectivo Unidxs por la Cultura llevó a cabo un cacerolazo que tuvo eco en 40 ciudades de toda Argentina. El eje central de las manifestaciones fue el rechazo al proyecto de Ley Ómnibus, que se está discutiendo en el parlamento, así como también al Decreto de Necesidad y Urgencia promovido por el presidente Javier Milei, que deroga distintas normativas a la vez que modifica otras tantas, sin paso previo por ninguna de las dos cámaras legislativas.
Juan Salvador Delú, presidente del Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO), uno de los espacios que integran Unidxs por la Cultura, refirió que "se vivió un suceso muy importante, fueron más de 40 localidades que gestaron su propia actividad, su propia demanda. Fue un punto muy alto en la discusión sobre qué democracia queremos, qué sistema cultural y qué sistema de medios queremos en Argentina".
La plaza de Congreso, en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fue el punto neurálgico del cacerolazo, donde decenas de miles de personas se convocaron para expresar su rechazo a estas medidas. Esto coincidió con el debate en comisiones de la Ley Ómnibus que se estaba llevando a cabo esa misma jornada.
De aprobarse esta normativa, se prevé el cierre del Instituto Nacional del Teatro (INT) y el Fondo Nacional de las Artes (FNA), así como también el desfinanciamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Instituto Nacional de la Música (INAMU), la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) y el Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (FOMECA).
Desde Unidos por la cultura advierten que "no solo porque hay 600mil puestos de trabajo en peligro, sino también por toda la población que dejaría de acceder a la cultura si dejara de haber oferta gratuita".
Cabe señalar que los orígenes del frente Unidxs por la Cultura, que agrupa a entidades de diferentes disciplinas artísticas, se remontan a 2022 donde se organizaron para frenar un posible "apagón cultural" y consiguieron la aprobación de un proyecto de ley que prorroga por 50 años las asignaciones específicas que garantizan fondos a las actividades culturales.
"Unidos por la cultura ya atravesó dos gobiernos, discutiendo sobre diferentes demandas. Hoy vemos un espacio donde mucha gente se siente contenida para sobrellevar sus demandas en este tiempo difícil que viene", expresó Delú sobre este punto.
La actividad tuvo su réplica en diferentes ciudades de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, San Juan, Salta, Chubut, San Luis, Mendoza, Neuquén, Chaco, Corrientes, Misiones y Entre Ríos, entre otras, donde el abordaje artístico de la protesta estuvo presente en cada una de ellas.
La respuesta que tuvo el cacerolazo de Unidxs por la Cultura deja un importante precedente de cara al paro general convocado por la CGT para el próximo 24 de enero, actividad que sigue la misma línea de rechazo a las políticas que busca implementar el Gobierno de La Libertad Avanza.