El tradicional Movimiento al Socialismo en su 10° Congreso definió que el expresidente sea el elegido del espacio para disputar la presidencia en las próximas elecciones. Luis Arce y su vice se ausentaron y fueron expulsados del partido.
“Hubo una serie de internas en Bolivia que estuvieron durante varios años, que fue dando señales, pero en este mes de octubre hubo varios movimientos que son para prestar atención, porque terminan de derramar internas personales que se van al plano de lo institucional", explica Yamil Bekenstein, licenciado en Ciencias de la Comunicación Social (UBA) y Maestrando en Relaciones Internacionales (FLACSO).
El 3 de octubre tuvo lugar el 10° Congreso Ordinario del Movimiento al Socialismo (MAS) en la localidad de Lauca Ñ. Actualmente es el partido que está en el gobierno nacional, presidido por Luis Arce y por su vice David Choquehuanca.
“El espacio tiene como figura histórica al expresidente Evo Morales, fundador del partido, que ahora está fuera del poder. El partido determinó la autoexpulsión de Arce y Choquehuanca por no asistir al Congreso nacional”, cuenta en Los Mundos Posibles.
“Es una muestra de fuerza al interior del partido que controla, porque luego de eso, quien ha sido definido como presidente del espacio fue el propio Morales. Pero también hay una interna sobre quién representa al MAS, de hecho tanto Arce como Choquehuanca decidieron no reconocer al Congreso que los expulsó”, agrega el columnista.
En 2025 se celebrará el bicentenario de Bolivia y al mismo serán las próximas elecciones presidenciales, donde Luis Arce y Evo Morales buscarán ser electos por representación del MAS.
En ese sentido, el especialista remarca que “es importante lo que acaba de suceder, porque quien finalmente se quede con el sello partidario va a tener un empujoncito más, porque el partido está muy arraigado en la política boliviana en los últimos 25 años”.
Sobre la relación entre ambos referentes, recuerda que “Luis Arce siempre fue un delfín de Evo Morales, a quien lo eligió como su sucesor, en buena medida porque no quería entregarle la presidencia a Choquehuanca”, y sobre la elección de 2025 considera que "aunque parezca una disputa palaciega porque quien se quede con la hegemonía del MAS va a tener mucho poder político, y si decidieran dividir al electorado, ya dividido por el antimasimo reinante en Bolivia, abre las perspectivas de que haya una oposición que cobre fuerza".
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