Organizaciones sociales que trabajan en los distintos barrios de La Plata, realizaron una feria en Plaza Moreno para visibilizar el trabajo productivo que viene realizando.
"El feriazo es una instancia que nos hemos dados distintas organizaciones sociales que trabajamos en torno a la economía popular para visibilizar el trabajo que se hace en esas organizaciones sociales", contó Natalia Pérez, parte de Barrios de Pie, desde los estudios de Radio Futura. En la mañana del jueves 19, distintas organizaciones que forman parte de la Mesa de la Economía Social y Solidaria de la Región se manifestaron en plaza Moreno para volver a posicionarse como un actor político de La Plata antes de las elecciones generales de este fin de semana.
"Los trabajadores de la economía popular son un actor grande, importante, en todo el país y en nuestra ciudad en particular, que tiene sus demandas y que tiene sus necesidades de ser reconocido e incorporados a la política publica desde su mirada. No desde una mirada externa sino desde quienes se organizan en este trabajo todos los días", dijo en diálogo con Falsa modestia.
En este sentido, Natalia explicó el estigma social que se ha creado en torno a la contraprestación de los trabajadores populares y la vinculación con programa como el Potenciar Trabajo, que permite el pago parcial de los trabajo de cuidado que realizan las organizaciones sociales en las barriadas: allí donde no hay jardines, guarderías, recolección de basura, acceso a la salud y una serie de derechos y servicios vulnerados, las organizaciones sociales saldan estas necesidades. "Vamos tratando de resolver la ausencia del Estado. Una parte de las tareas de cuidado de las organizaciones sociales es la resolución de la ausencia, o atacar, dar respuesta desde la organizaciones, a la ausencia del municipio", detalló.
En ese sentido apuntó que hay un valor político en el trabajo que realizan y hecha raíces en la periferia regional. En el Oeste, particularmente, el aumento exponencial de la construcción de barrios cerrados ha expulsado a pequeños productores a terrenos más alejados para realizar su trabajo. De esta forma las tierras no inundables del cordón frutihortícola se transforman en urbanizaciones rápidamente debido al fomento del mercado inmobiliario, no garantizando el mismo acceso a los quintero que conforman uno de los cordones productivos más importantes de la provincia.
"Lo cierto es que el Estado, sobre todo el municipal, en estos barrios no existe (...) Donde no entran las organizaciones sociales para resolver, es abandono absoluto", alertó la militante quien agregó una lectura feminista a esta situación: No solo se trata de redes de construcción y sostenimiento comunitarios para el barrio, sino también para las mujeres que conforman y son parte fundamental de estas redes: "Me parece que es como un símbolo de la desigualdad cuando tenés un hogar monomarental. Porque si tenés una mujer con 3-4 pibes que no tienen en quien delegar el cuidado, tiene que aparecer la organización para resolverlo. Sino en esa casa ingresa las transferencia sociales y no termina de alcanzar", apuntó.