Este martes 25 se presentará una escultura para recordar al artista que marcó una época en la música argentina.
En el marco del día del payador, este martes se dará a conocer una escultura en homenaje al artista José Luis Betinotti. La obra estuvo a cargo de Santiago Lapine y será inaugurada el martes 25 de julio a las 14 en el Cementerio de la Chacarita, donde “Los amigos del payador” ubicarán el busto que sufriera un ataque vandálico en 2012. “Tengo la alegría de que me hayan tenido en cuenta para restituir el busto del payador que se robaron del cementerio y que nunca más se pudo restituir”, cuenta Lapine.
José Luis Betinotti fue un guitarrista, payador y compositor argentino que nació en Buenos Aires el 25 de julio de 1878 y murió en la misma ciudad el 21 de abril de 1915. Se lo conoció como “el cantor de las madres” por su famosa canción Pobre mi madre querida, que fue grabada por Carlos Gardel y otros artistas. También se lo llamó “el último payador” después de su muerte.
“Fue un payador que murió en el año 1915 y que tuvo una fama impresionante, que fue amigo de Gardel, sobre él se filmó, por ejemplo, la película El último payador, así que es un gran orgullo para mí modelar el busto que estaremos emplazando el día que se cumplen 145 años de su nacimiento”, expresa el músico, escritor, bioconstructor, escultor y payador bonaerense.
La escultura es un arte que Lapine ejerce desde los 15 años y que comenzó a practicar al lado del escultor Omar Estela. “Fue mi maestro y lo sigue siendo. Fue quien me enseñò el arte de la escultura y con quien trabajè durante diez años de manera interrumpida. El maestro me transmitió el arte de la talla de la madera y la piedra, ese fue mi primer trabajo, por el que casi dejo la escuela. La escultura me acompaña desde esa edad y la vengo ejerciendo de manera intermitente. Vengo de hacer el busto de Julián Martin Castro y de Gabino Ezeiza”, cuenta el artista.
Sobre la escultura que emplazarán en el cementerio de la Chacarita, Lapine asegura que es un trabajo bien complejo que le significó un gran desafío. “Es difícil modelar a alguien del cual solo se encuentran hoy dos o tres fotos que fueron realizadas en 1915. Entonces, como escultor, además, de buscar tallar esos gestos, debí indagar en su historia y conocer detalles de la vida de quien fuera uno de los personajes más famosos del arte argentino”, afirma en diálogo con Cacodelphia.
“En ese sentido, fue Juan Alberto Lalane quien me arrimó a la intimidad de Betinotti. Fue él quien comenzó en el año 2015, el primer intento de restituir el busto del payador en el marco del centenario de su muerte. En ese momento convocò a otros payadores con quienes hicieron un evento muy interesante en el sepulcro, pero no se pudo concretar la escultura”, repasa.
Lalanne es payador y ventrílocuo, rol que desarrolla junto a su moreno amigo Julián, con el que genera todo tipo de emociones en quienes asisten a sus presentaciones. “Es él quien está detrás de todo esto, él es quien movió cielo y tierra y es quien me ofrece encarar esta actividad de manera conjunta”, refiere el artista.
Día del payador
El 23 de julio en Argentina celebra el Día del Payador en homenaje a Gabino Ezeiza. Recordando aquella payada histórica de 1884, entre el oriental Juan Nava y el argentino Gabino Ezeiza, en la localidad uruguaya de Paysandú, desde 1992 todos los 23 de julio se celebra el día del Payador. Aunque la primera vez que se celebró fue en 1996.
Gabino Ezeiza nació en el barrio porteño San Telmo el 3 de febrero de 1858 y vivió en Floresta hasta el día de su muerte, el 12 de octubre de 1916. El cantante y compositor fue uno de los precursores de este género narrado. Empezó a darle cuerpo a la payada para luego profesionalizarla, introducir el contraapunto (la payada a dúo o duelo cantado), y payar por milonga. Así obtuvo la popularidad, además de ser autor de más de quinientas composiciones.
“Si estamos hoy pensando en formular una identidad como pueblo y como región, tenemos que asumir, entonces, a uno de esos personajes fundamentales de nuestra historia, como fue el payador, que nunca estuvo al servicio del poder, sino que siempre estuvo al lado del que menos tiene. Y uno de ellos fue un afro descendiente, hijo de esclavos que quedó huérfano y que hoy aporta un caudal de conocimiento enorme, que comprueba, entre otras cosas, que la cultura no tiene apellido. Cien años después de su nacimiento, a Gabino Ezeiza lo ponderan personas que trabajan en las mismas condiciones y defienden los mismos ideales”, expresa Lapine.
La inauguración del busto de Betinotti es este martes 25 de julio a las 14 en la sección 11, Manzano 8, tablón 16, sepultura 22, del cementerio de Chacarita.
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