Inicio Cacodelphia “Mi padre fue un militante de nuestra cultura patagónica”

“Mi padre fue un militante de nuestra cultura patagónica”

Hugo Giménez Agüero, es considerado el máximo exponente del canto santacruceño y patagónico. A 13 años de su trágica despedida, su canción sigue presente en las voces de las nuevas generaciones.

Nacido como Hugo Jorge Giménez, el 25 de agosto de 1944 en Balcarce, el cantor, compositor y locutor, editó más de 20 trabajos discográficos y dedicó su vida a dar cuenta de la historia de la Patagonia. “Fue un militante de nuestra cultura patagónica”, dijo Ana Giménez, la hija del músico. “Un artista que a través de la canción nos enseñó el paisaje y la geografía de nuestra tierra. En ese sentido, además, realizó, un trabajo de docencia inmenso y por eso su canción estará siempre vigente”, expresó.  

Toda la obra musical de Hugo Giménez Agüero, así como su labor literaria, en radio y en televisión, contribuyó a la difusión de esa identidad patagónica. El cantor fue un autor y compositor que trabajo por la preservación de la identidad cultural de aquella región que supo descubrir en su juventud. “Dedico su vida a la difusión y preservación del canto patagónico”, dijo su hija.  

Y mucho de todo eso empecé a comprenderlo cuando llegué a estudiar a la ciudad de La Plata, donde comencé a admirar al cantor y descubrí que su poesía te trasladaba a las calles de Rio Gallegos, hasta el golpe del viento en la cara podías sentir escuchando su canción”, explicó su hija y agrego: “Me alejé del pago y descubrí a ese gran cantor que fue mi padre”. 

Hugo Giménez Agüero comenzó su vida profesional en los años ’60, junto a Los Reseros, trío que integró junto a Aníbal Garrido y Jorge Cruz, con quienes se presentó hasta el año 64, cuando le tocó el servicio militar. La “colimba” la hizo en la ciudad de Río Gallegos, provincia de Santa Cruz. En esa ciudad se dio para el cantor la revelación de un mundo que lo marcaría eternamente. “Ahí en la Patagonia me quedé para siempre”, dijo más de una vez. Desde aquella ciudad santacruceña, el músico y poeta, editó su primer disco en 1979, Al sur de Santa Cruz, al que luego le sucedieron en sus más de 40 años de vida artística ininterrumpida: Desde la Patagonia, Chaltén, La voz de la Patagonia, Coirón, Wuahuais, Te escribo desde el sur, Solo soy un cantor, El cantor de la Patagonia, Cenizas, Perseverancia, Patagonia misión posible, Patagonia pura, Al sur de la nostalgia, Abuelo y su último trabajo discográfico Huella de amor

Luego llegaron otros cantores y compositores que han tomado esa posta, no solo interpretando su obra, sino creando y componiendo nuevos kaani y chorrilleras que dan cuenta de estas regiones y de estos paisajes, lo que me parece mucho más valioso”, dijo Giménez y mencionó a los cantores Juane Braccalenti (Santa Cruz) y Yoel Hernández (Chubut) como continuadores de ese camino: “Además, hay otros géneros que han tomado la obra de mi padre, la cumbia y el heavy metal, por ejemplo, y eso está buenísimo, porque de ese modo el canto patagónico va tomando más fuerza”. 

A mi padre le costó mucho instalar su canción, recuerdo que salía en su Falcón, pueblo por pueblo, a entregar su material en todas las radios, para hacerse escuchar. En ese sentido, uno de sus temas que más popularidad alcanzó fue ´Tierra no tengas tristezas´, donde habla de esa dificultad y de esa persistencia que también lo caracterizo. Esa canción surgió luego de que lo bajaran de un festival, por hacer música patagónica”, contó la hija de quien fuera también un gran comunicador.  

A través de la autogestión y de NA-QUEL, su propio sello discográfico, editó buena parte de su producción discográfica: “Y todo ese trabajo de hormiga que realizo durante tantos años, no solo lo hizo con el objetivo de hacer escuchar su voz, sino que busco siempre que haya más voces, más cantores que hablen de la Patagonia y eso hoy está sucediendo. Por eso, siento que en esas voces y en esas nuevas composiciones, él también está presente”. 

Kaani, la fiesta Tehuelche 

En Kaani. La fiesta Tehuelche, María de los Ángeles Ana Giménez Barria y María Victoria Osinalde, presentaron una propuesta coreográfica de la danza “Kaani” para pareja individual. El libro es parte de un proyecto cultural que tiene por objetivo fortalecer y enaltecer las raíces folklóricas de la Patagonia.  

La discriminación que sufría la danza y la música patagónica en tiempos de mí papá, no ha quedado tan atrás en el tiempo. Hoy al no ser apreciada como una música bailable o por ser considerada como una música que no convoca, se queda sin lugar en los grandes escenarios. Nos pasa hoy que hay músicos patagónicos, que no son programados en los festivales, por estas cuestiones”, expresó Giménez.  

Con Victoria Osinalde realizamos un trabajo de investigación y reconstrucción y a partir de las coreografías que ya existían, propusimos una variante para pareja individual. Ya que el kaani originario, se desarrollaba bailando únicamente los hombres en grupo de cuatro personas, pues el N° 4 (cage) era para el grupo étnico de suma importancia, ya que respetaban la formación mencionada de acuerdo con los elementos de la naturaleza que los rodeaban. Mientras que las mujeres eran las que hacían la música y el canto”, explicó. 

“En los años ’90, los profesores que trabajaron sobre esta danza originaria que formó parte de distintas ceremonias, tomaron lo grupal, el cuarteto de la coreografía y del baile originario y propusieron una danza de cuatro parejas. Nosotros, por ejemplo, bailábamos esa coreografía, en el Grupo Municipal de Danza de Berisso, que dirigía Juan Carlos Luna”, evocó.

A partir de cierta invisibilización constante de la danza patagónica y buscando llevar adelante una reivindicación y puesta en escena de las costumbres y significaciones propias del pueblo Tehuelche, Giménez y Osinalde, hace unos años, realizaron una variante de esa danza ancestral. 

Si bien existían coreografías que daban cuenta de esa fiesta de canto y baile del pueblo tehuelche, hemos buscado dar cuenta de una danza y de una coreografía del kaani que no estaban tan difundidas. Y como en todos lados nos decían que la música no es bailable, demostramos, entonces, de qué manera el pueblo tehuelche la bailaba”, expuso Giménez.  

Con el objetivo, entonces, de que el kaani sea más bailable, creamos, una coreografía individual para pareja y hemos tenido mucha suerte, ya que la gente fue tomando esa propuesta que en el año 2020 llevamos a Cosquín. Ese año, también, tuvimos la posibilidad de presentar esa coreografía sobre el escenario Atahualpa Yupanqui, con la delegación provincial de Santa Cruz”. 

Ritmo tehuelche 

Oscar Giménez, fue quien recopiló en los años ’50, ritmos tehuelches por toda la Patagonia y a través de sus cintas descubrió la belleza de las sonoridades indígenas. Fue él quien realizó la recopilación de kaanis, danza que llegó a grabar sobre el terreno de las reservas indígenas tehuelches de Santa Cruz. 

Sin Oscar Giménez, no estaríamos hoy hablando, ni siquiera del kaani, fue Oscar quien recorrió las distintas colectividades tehuelches de la provincia y el que rescato la música y el canto interpretado por ellos mismos”, relató Ana Giménez.  

Por él conocimos el kaani originario, esa música que representaba a cada una de las familias y que por eso eran todas diferentes. Oscar recopilo y le acerco a mi papá, 40 kaanis realizados, únicamente con percusión y canto gutural individual. De todos ellos, uno solo es el que alcanzó mayor popularidad y es el que escuchamos, por ejemplo, en Cacique Yatel, Huahuais y Chalten”. 

En esos años apareció en la vida del cantor el estudioso Mario Echeverría Baleta, quien le enseñó la lengua tehuelche: “Mario llevó a mi papá a recorrer todo Santa Cruz, y le enseño la lengua del pueblo tehuelche”.  

Nooma 

Con el Ingeniero Héctor Mario Guatti y en compañía de Luis “maguer” Cuaterno, Hugo Gimenez Agüero compartió un viaje por todo el territorio santacruceño, donde tomó contacto con los últimos descendientes del pueblo tehuelche, recogió parte de esa memoria ancestral y la transformó en canciones.  

Ese viaje es el que le permitió tener en un mano a mano con los paisanos tehuelches, donde vio y escucho a personalidades como Rosa Vargas o Don Rinahuel, quienes le contaron personalmente, en el lugar donde vivían, sus propias historias. Luego de eso comenzó a cambiar las temáticas de sus canciones”, contó Giménez, sobre aquel viaje que quedo registrado en el libro Nooma (camino), que la familia editó luego de la muerte del cantor a través de la Editorial Dunken

En ese viaje el cantor tuvo contacto con cada uno de los asentamientos indígenas de la provincia, conoció los nombres de las plantas, arbustos y las hierbas de Santa Cruz. Maguer Cuaterno declaro a la prensa que el cantor y poeta “me enseñó a vivir la Patagonia, a conocerla y de ese modo enriquecí mi obra y empecé a cantar la lengua tehuelche”. 

Alma sureña 

El año pasado el Instituto Nacional de la Música (INAMU) junto a la Secretaría de Estado de Cultura de Santa Cruz presentaron Alma Sureña, un libro que difunde la obra y legado de Hugo Giménez Agüero. Esta publicación contiene partituras y un cancionero que surgen de la transcripción original de los discos del autor y compositor. Esta tarea fue realizada por el músico Lysis Augusto Lépez, con la revisión de Sergio Zabala. Además, incluye una sección especial de arreglos corales con partituras de algunos de sus temas más reconocidos. El libro también cuenta con fotografías, testimonios y material escrito sobre las obras del cantor.  

Para nosotros fue una gran sorpresa que tengan en cuenta a papá desde el INAMU, es un trabajo impresionante donde tuvimos la oportunidad de brindar nuestro testimonio y dar cuenta de quién fue papá más allá del cantor”, expresó Giménez. En el libro, además, escribieron unas palabras Daniel Toro, Yamila Cafrune y Héctor Raúl “Gato” Ossés, escritor, cantautor e intérprete santacruceño abocado a difundir la música patagónica.  

El libro, lo presentamos hace poquito en el marco de la Feria del Libro de Río Gallegos y fue muy emocionante”, expresó Giménez y agregó: “Este tipo de homenajes sirven para difundir el canto patagónico y para continuar presentando y compartiendo todo lo que papá nos dejó”. 

Justo, capaz y derecho 

Hugo Giménez Agüero perdió la vida el 27 de septiembre de 2011, en un accidente de tránsito ocurrido en cercanías de Bahía Blanca. Se lo conoció como el Cantor de la Patagonia y es considerado hoy un referente indispensable de la música popular de Santa Cruz y de la cultura musical patagónica en general.  

Desde su partida la familia ha reeditado el libro Semillas, Nooma y ha presentado el disco Navideñas, un trabajo de 17 canciones inéditas que el cantor había dejado grabadas y no fueron editadas.  

Nos queda todavía hoy un montón de material sin editar, muchos escritos y muchas grabaciones y composiciones que ya veremos como editar”, contó Giménez. “De a poco vamos subiendo a Spotify el material que está registrado en cassette, es un trabajo que cuesta, pero vamos para adelante, porque la perseverancia es otras de las cuestiones que él nos legó”. 

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