El documental rescata la lucha de los pueblos originarios y pone en evidencia el pensamiento xenófobo y racista del ex presidente genocida.
“Con el documental buscamos dar cuenta de que la Conquista del Desierto no fue conquista sino invasión ya que el desierto no era tal, sino un lugar lleno de vida y que los pueblos originarios no están desaparecidos, ni forman parte del pasado", expresó Sebastián Díaz, director de Jinetes de Roca.
El realizador platense, quien también filmó La muralla criolla y 4 Lonkos -donde abordó el genocidio a los pueblos originarios durante las sucesivas "campañas del desierto"- cerró con este film lo que él llamó la "trilogía del desierto".
A través de este documental, que hacia fin de año tendrá su estreno formal, Díaz buscó exponer el mito civilizatorio de la Argentina moderna. “Ese discurso civilizador de la generación del ’80 tomó las ideas de Alberdi, Sarmiento y Mitre y se basó en la xenofobia y el racismo que expresaron los principales dirigentes de esos años, quienes pretendieron implantar una civilización europea y barrer con todos los habitantes de la pampa”, sostiene y agrega que “ese pensamiento en diferentes aspectos sigue estando muy presente, porque sigue hoy habiendo jinetes de Roca”.
El documental, que contó con un subsidio del INCAA, hace referencia a los hombres que acometieron la llamada Conquista, encabezados por Julio A. Roca en 1879 y que fueron inmortalizados en estatuas, nomenclatura catastral y una gran producción literaria e iconográfica a lo largo y ancho de la Argentina. “Analizamos e impugnamos esa iconografía que glorificó a los genocidas, generó una idea distorsionada de esa historia y estableció una imagen laudatoria de los militares que llevaron adelante la masacre de las comunidades indígenas de pampa y Patagonia”, repasa en Cacodelphia.
Del film participaron el antropólogo, miembro de INAI y co-fundador del Colectivo GUIAS, Fernando Pepe; el también antropólogo y escritor, Carlos Masotta y el periodista, Adrián Moyano. Además, Díaz destacó el aporte de la historiadora del arte Marta Penhos; el trabajo de investigación del escritor y docente, Marcelo Valko; y el de la arqueóloga Danae Fiore. “Todos ellos fueron fundamentales para poder reconstruir esta historia y dar cuenta de la figura del General Roca, a quien nunca se dejó de glorificar del todo”, dijo.
“La figura de Roca comenzó a enaltecerse a partir del golpe militar que el General José Félix Uriburu da en septiembre de 1930, en esos se comenzó a exaltar el discurso roquista, se regresó a los valores de la llamada Conquista del desierto y se trasladó la figura de Roca a la estatua. Ahí surgió el monumento que hoy vemos emplazado sobre diagonal Sur de la Capital Federal, por ejemplo y en eso años se edificó también el de Rio Gallegos, el de Tucumán y el icónico que está en Bariloche”, expresa Díaz.
A través de la película, plantean un paralelismo entre la campaña roquista y el plan de exterminio desarrollado por la última dictadura militar. “En toda esta historia hay que tener en cuenta también la resistencia de los pueblos originarios, que, aunque muy mermados, esclavizados y aculturados siguieron y hasta el día de hoy siguen resistiendo y eso también lo rescata la película”, concluye.
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