Inicio Categorías Sociedad Una serie para amplificar el grito "Ni unx menos"

Una serie para amplificar el grito "Ni unx menos"

Este miércoles se estrena Televisión contra las violencias en Canal Encuentro. 8 capítulos realizados por 8 directoras que abordan casos emblemáticos de violencia de género en nuestro país.

El 1 de marzo llega a Canal Encuentro la serie documental Televisión contra las violencias. A través de 8 capítulos, presenta casos emblemáticos de la violencia de género.

"La idea nace a fines de 2021 cuando se abre el concurso Renacer Audiovisual (Ministerio de Cultura y la Secretaria de Medios y Comunicación Pública) para reactivar la industria audiovisual después de la pandemia. Junto a Malena Villafañe, productora del proyecto, se nos ocurrió usar el dispositivo televisivo para visibilizar lo que se conoce como violencia de género", cuenta su directora, Paloma Coscia. A lo largo de la serie se abordan las historias de Higui, Tehuel De La Torre, Diana Sacayan, Pepa Gaitán, Micaela García y Johanna  Piferrer. "Nuestro criterio de selección fue intentar denunciar aquellos casos que marcaron un precedente para la justicia o para la militancia", suma y aclara que este recorrido permite hablar de violencia mediática, femicidios, distintas formas de discriminación, el acceso laboral para las personas trans, visibilidad lésbica.

"El proyecto se propone ser lo más diverso posible (...) La idea es que dispute el sentido común", resalta y explica que el equipo técnico de la serie está íntegramente compuesto por mujeres y disidencias en todos los rubros. Hay una directora invitada por capítulo que deja su impronta: Eloísa Solaas, Daniela Seggiaro, Ana García Blaya, Marilina Giménez, Martina Matzkin, Amparo Aguilar y Valentina Llorens. 

La serie se estrena el 1° de marzo a las 22hs. Además el jueves 2, en el marco de #NosotrxsMovemosElMundo, se realizará una proyección de la serie completa en la Sala A del Centro Cultural Kirchner a las 16 hs. y 19 hs.

Escuchá/Descargá la entrevista completa

Artículo anteriorEl anecdotario de Daniel Aráoz 
Artículo siguienteEl sueño de un alquiler accesible