A través de un trabajo conjunto, la Fundación que resguarda la obra del artista y la Universidad del Salvador están digitalizando libros, documentos y cancioneros que formaron parte de su colección personal.
La Fundación Atahualpa Yupanqui y la Universidad del Salvador están trabajando conjuntamente para catalogar y digitalizar la biblioteca personal del reconocido artista popular. La biblioteca lleva el nombre de "La Capataza" y se encuentra en su Casa-Museo, en Agua escondida (Cerro Colorado, Córdoba).
Estos materiales son un puente para acercarse a la música de Atahualpa. "Te dan una idea muy clara del universo del que se rodeaba para pensar, para componer, para escribir. Una de las sorpresas que llevó Liliana Rega (directora de la Biblioteca de la USAL) fueron los títulos y las dedicatorias que encontró allí", señala Roberto "El Coya" Chavero, hijo de Yupanqui.
Hasta el momento, se inventariaron más de 900 obras y se prevé que la tarea se extienda durante dos años más. Se trata de una colección de 4.000 libros -algunos dedicados- especializados en Humanidades con hincapié en el folclore, etnología latinoamericanos y literatura argentina. También aloja papeles, notas, fotografías, afiches y programas de actuación del artista.
Este trabajo es un paso para la democratización y la difusión de estos ejemplares. "Muchos libros son valiosos por su antigüedad o porque no se encuentran ni en librerías de usados. Sabiendo el valor de los títulos y de autores había escaso acceso a la biblioteca, ahora, de este modo, muchos van a tener la posibilidad de venir al cerro a verlos o tenerlos en línea para poder leerlos", resalta Chavero.
Este trabajo, que ya se puede consultar, se plantea como una herramienta para realizar las búsquedas tradicionales (por autor, título y materia). Ofrece, por un lado, las imágenes y transcripciones de las dedicatorias de los libros que acompañaron la vida de Yupanqui, y por otro, permite navegar las estanterías de manera remota.
Hallazgos
En el marco de este proyecto, los/as investigadores/as encontraron un soneto inédito de Atahualpa que "El Coya" compartió con Radio Futura:
La Salina
La salina es un mar de hechicería
Una callada pampa de cristales.
Con in linde de viejos jarillales
Llenos de soledad y lejanías.
Ni el ave más audaz se atrevería
Cruzar por los hondos salitrales,
Donde ambulan las formas espectrales
Que pinta en su pasar la luna fría.
Pero suena en la tarde la vihuela,
Con que el pobre shalako se consuela
De su destino en el paisaje muerto.
Y así brota el hechizo de la danza
Como la extraña flor de una esperanza
En la leyenda viva del desierto.
Atahualpa Yupanqui
24/3/1961
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