La cantautora colombiana de origen irlandés llega por primera vez a la Argentina para presentar sus composiciones. Este jueves se presenta en el Teatro Metro (4 y 51).
“Hace tiempo que quería venir para estos lados, pero por una cosa o por otra no lo lograba, así que estoy muy feliz de compartir mi música por primera vez en Argentina”, dice Katie James en la previa de su primer show en el país.
Katie James nació en Inishfree, una pequeña isla ubicada al norte de la costa de Donegal, en Irlanda y se crió en las montañas de Tolima en Colombia donde su madre fundó una comunidad ecológica. “Mi mamá es inglesa y mi papá irlandés y, seguramente, si ellos me hubiesen dado una crianza en Londres, sería hoy un ser humano muy distinto. Pero me llevaron a Colombia a vivir en una finca rodeada de quebradas y de bosques, donde comencé a escuchar folklore colombiano que sin duda tiene una influencia muy grande en la música que hago”, cuenta en Cacodelphia.
“En Irlanda, mi mamá fundo una pequeña comunidad que se llamó Atlantis y, donde se compartía una filosofía que se expresaba en un estilo de vida más natural, más sencillo, conectado con la naturaleza, donde se cultivaba de manera orgánica y donde los niños nacíamos en casa con partera”, recuerda la artista.
“Los medios entonces comenzaron a describir a quienes vivían en esa comunidad como miembros de una secta y cosas por el estilo que no tenían nada que ver con la realidad y que terminaron por cansar a mi madre que necesito cortar, según sus palabras, el cordón umbilical con Europa. Así fue que emprendió un viaje hacia Sudamérica que termino en Colombia donde nos instalamos en esa finca a la cual luego fueron llegando el resto de la comunidad que inicialmente era de ingleses e irlandeses. Tiempo después se sumaron personas de otras nacionalidades interesadas en nuestra forma de vida”, repasa. Allí fue criada de una manera muy libre, educada en su casa: por la mañana trabajaba en las labores de agricultura y en el cuidado de los animales y por la tarde se dedicaba a la recreación.
Por influencia de sus padres, desde muy pequeña la cantautora se vinculó al mundo de la música, aprendió a tocar el violín, a los 13 compuso su primera canción y luego en la ciudad de Popayán, continúo sus estudios en el Conservatorio de Música de esa ciudad. “Siempre he creído que todo lo que uno vive intensamente termina influenciando la vida misma y por ende mí música es un reflejo de cómo uno percibe al mundo”, dijo.
Sobre la presencia de sus recorridos, identifica que “mi música entonces es una mezcla de las influencias anglo de mi familia, del country, del blues, del rock, de la música irlandesa, del folklore de la zona andina colombiana y de toda la música latinoamericana, de la cual la argentina no ha sido la excepción ya que en Colombia se escucha mucho el folklore, el rock y el tango argentino”.
En el año 2003, Katie James, grabó junto a su hermana Louise James y a su amiga Laura Costello su primer álbum, “Semillas de Paz”, que es un homenaje a los desplazados por los crímenes de los grupos armados colombianos y en memoria de su sobrino Tristán James y su compañero Javier Novoa, ambos, víctimas mortales de esa violencia. Luego llegaron “Respirar” (2017), “Humano” (2021), donde expone a través de géneros como el bambuco, el bolero y los sonidos country sus influencias de la canción latinoamericana. En “Versos para no olvidar!” (2022) su más reciente trabajo, es un homenaje a su tierra nativa.
“Se trata de un disco de compositores colombianos, en cinco ritmos de la zona andina, donde he pasado parte de mi vida. Esos ritmos son el bambuco, el pasillo, la guabina, la danza y el vals y son canciones que vengo escuchando desde mi infancia y que me gustan mucho”, explica la artista sobre su cuarto álbum de estudio.
La selección se realizó tomando como único criterio las canciones que a ella siempre le han significado algo y, dice, grabó este disco a modo de agradecimiento a ese pueblo que la recibió y que este año le dio también la nacionalidad colombiana.
“En esta gira vengo presentando las canciones de mis álbumes anteriores y también un pequeño recorrido por varios ritmos de países de Latinoamérica como Perú, Ecuador, México y Argentina”, contó quien se considera sobre todo una cantautora. “Si bien mi repertorio se completa con canciones que interpreto de autores latinoamericanos, suelo cantar sobre todo mis canciones”, dice la artista que fue nominada en el rubro “Mejor canción folklórica del año” para los Premios “Nuestra Tierra 2021” por su canción “Toitico bien empacao”, un bambuco de su autoría.
“Mi canción suele hablar sobre asuntos que sean reales para mí y eso puede ser desde las vivencias en la naturaleza, la infancia, el contraste entre ese mundo y la ciudad, los amores y desamores que son fuentes eternas de inspiración y temáticas un tanto más polémicas como la maternidad o la no maternidad. En ese sentido soy muy autobiográfica, ya que escribo y compongo de una manera muy abierta y muy honesta”, señala.
La artista viene de presentar su canción en la ciudad de Buenos Aires, hoy se presenta en el Teatro Metro de La Plata (4 y 51) donde compartirá el escenario con Yasmín Occhiuzzi y el sábado estará en la ciudad de Mar del Plata.
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