El dúo compuesto por madre e hijo presenta Noche de luna en Cabana, un disco de vivencias compartidas.
“El disco representa autores universales, porque quisimos hacer una pasada por la banda sonora de nuestras vidas. Por eso en la elección del repertorio están Serrat, Pablo Milanés, Jairo, Pedro Aznar, Toch, Camilo Matta, autores y compositores que han sido parte de un momento especial para nosotros”, explica la cantora Mery Murúa en Cacodelphia. “Se trata de canciones que estaban en la memoria de los dos y había muchas más, por eso lo difícil fue resumir el trabajo en tan solo ocho composiciones”, completa por su parte Juan Murúa.
“Hemos elegido estas canciones porque son parte de nuestra historia personal, porque han sido compañeras de un tiempo y de un mojón en nuestras vidas, pero, además, porque se trata de canciones que se podían sostener con la guitarra y la voz, porque esa fue la idea original de este trabajo”, suman.
Noche de luna en Cabana se compone de canciones que retratan la relación de ambos con sus orígenes, con la pertenencia al noroeste cordobés y la conexión umbilical que define un modo de decir y expresar en cada obra.
El disco fue grabado en Estudio Liverpool (Anisacate, Córdoba), por Rubén Ordoñez, mientras que la edición estuvo a cargo de Matías Konstantinides. “Allí todo se dio de manera muy fluida y eso paso porque entre nosotros hay una comunión muy especial, un conocimiento umbilical diría, ya que Juan, desde muy chico me ha escuchado interpretar de ese modo junto a Horacio Burgos, parte de mi repertorio”, dice la artista nacida en Cruz del Eje.
“Horacio Burgos ha sido uno de los guitarristas referentes que he tenido y fue sin dudas mi primera escuela - cuenta Juan- Cuando empecé a tocar, más que aprender a tocar, le puse nombre a las cosas que escuchaba de su guitarra. Horacio es un ser muy generoso que me ha ayudado en este camino con la guitarra y es por eso que se pueden sentir en este trabajo, ciertas influencias de sus formas de tocar”, expresa el músico sobre esta figura de la música que ha dedicado su vida a desarrollar su gusto por la guitarra clásica como compañera artística.
Juan Murúa es músico, guitarrista, docente y productor musical. En el ámbito de la docencia trabajó como ayudante de cátedra en Audioperceptiva en la Lic. En Composición musical de la UNVM y actualmente forma parte de los Elencos Estables del Instituto de Extensión de la Universidad de Villa María como instrumentista y productor musical.
Por su parte, Mery Murúa es una de las voces más sobresalientes en la actualidad, tiene cuatro discos editados y una trayectoria de 20 años en la música popular. Participó en los festivales nacionales más importantes y de otros países, compartiendo escenarios con importantes artistas. Participa permanentemente en proyectos autogestivos y colectivos como "Palabración de la tierra", junto a Paola Bernal, Juan Iñaki y José Luis Aguirre; y homenajes como "Chabuca 100 años". Fue parte del documental “La 40”, filmado a lo largo de la Ruta 40 en una gira de más de treinta días junto a un grupo de artistas de distintas disciplinas.
Crónica de una noche
Noche de luna en Cabana cuenta con la presencia de la reconocida escritora María Teresa Andruetto relatando la noche aquella de verano donde bajo la luna y un cielo estrellado, escuchó “al Juan y la Mery”, en un patio, en Cabana.
“La Tere es la que terminó dándole nombre al disco, con ese relato que hace sobre aquello noche donde empezamos a pergeñar el disco. Su crónica acerca de ese momento, fue la síntesis de nuestro encuentro musical con Juan, que siempre se dio así, en los patios, en las tertulias de alguna noche después de un asadito, que es también como él comenzó a tocar la guitarra”, cuenta Mery.
“Córdoba siempre ha tenido una impronta que se basa y se fundamenta en el encuentro, en la colaboración y en lo colectivo y nosotros mamamos esa forma de construir. Nuestro modo de hacer y de desandar el camino de la música es en comunión, en colaboración con el otro, con el par. Y ese es también el legado que vamos dejando a las nuevas generaciones. Desde ahí es que construimos, desde esa concepción y desde esa certeza de que somos y pertenecemos a un lugar y a un tiempo que nos cobija y nos da las herramientas para poder desarrollarnos”, expresa la artista que actualmente es cantora de la Orquesta Provincial de Música Ciudadana, cargo ganado por concurso, y junto a Iñaki y Bernal tienen la Post- Peña, un ciclo en Córdoba donde comparten el escenario mensualmente con diversos cantores del país.
“Somos hijos de esa generación de los años ´60 que generó el nuevo cancionero y en ese sentido, creo que hay un fundamento en la composición de este tiempo, que quizá en algunos años se reconsidere como otro nuevo cancionero que es producto de aquel. En mi caso personal nunca dejo de ver de dónde venimos y nunca dejo de hacer referencia a los compositores que han marcado un camino, ya que a la música la entiendo como un todo y en ese todo, está la raíz, el presente y lo nuevo, lo que viene”, dice.
Juan resalta que en este disco se plantan como intérpretes para compartir la música de sus pares: “Escucho y a partir de eso elijo lo que quiero cantar y lo que quiero contar. Entiendo que uno comunica desde su arte y de ese modo puede acercar a nuevas generaciones versiones de canciones que quizá no las habían escuchado antes y eso también es una responsabilidad”, expresó. “Por eso en este disco somos intérpretes, porque nos gusta compartir la música de nuestros pares”.
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