La Facultad de Ingeniería acaba de firmar un convenio donde se compromete a brindar asesoramiento técnico y de diseño a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales. Las autoridades ponderan el capital humano de la casa de estudios y ofrecen los detalles de esta tecnología.
El desarrollo del lanzador espacial Tronador II hará posible que la Argentina tenga dominio de la tecnología espacial necesaria para poner en órbita satélites propios desde territorio nacional. Además podrá ofrecer el servicio a otros países de la región y del mundo. La Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) brindará asesoramiento técnico y de diseño a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) para su desarrollo.
"El desafío está en que uno tiene que desarrollar toda la tecnología de la propulsión, lo que sería el motor. Lo que significa no solo tener la capacidad de hacer cálculos sino poder manufacturarlo, conseguir los materiales. Estos procesos son muy estratégicos, no podés ir a comprarlo a algún lado, lo tenés que desarrollar", explica Juan Sebastián Delnero, director ejecutivo y de carrera del Departamento de Ingeniería Aeroespacial de la UNLP.
En diálogo con Los Mundos Posibles señala que "nosotros tenemos muchas limitaciones de importación de cosas que hacen que esa tecnología se tenga que desarrollar en el país", y destaca que "cuando uno logra obtenerla tenés una soberanía importante, no hay muchos países que lo logren".
El desarrollo del Tronador II podrá colocar en órbita satélites de entre 500 y 750 kg a una distancia de hasta 600 kilómetros de la Tierra. El proyecto involucra el trabajo de más de 50 empresas nacionales e instituciones públicas del sistema nacional de ciencia y tecnología argentino.
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