En el primer debate televisivo Lula da Silva prometió reconstruir al país igual que en 2003 mientras que Jair Bolsonaro priorizó las acusaciones personales. El candidato del Partido de los Trabajadores lidera la carrera presidencial en las encuestas.
El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores) lidera la carrera presidencial con un 44% de intención de voto, mientras que Jair Bolsonaro (Partido Liberal), que va por la reelección, llega el 32%, según un sondeo publicado por la encuestadora Genial/Quaest.
Lautaro Rivara, sociólogo y periodista, asegura que "el debate mostró diez candidaturas, pero solo dos con chances reales de acceder al poder y eso explica un escenario de polarización altísimo", y aclara que "si bien hay una ventaja estable a favor de Lula, que puede llegar a 8 o 10 puntos, todavía falta un buen trecho de campaña".
"Aún considerando todas las encuestas le estarían faltando algunos puntos porcentuales para poder garantizar su presidencia este 2 de octubre. Sino iremos a una segunda vuelta el 30 del mes que nadie quiere alcanzar y una confrontación con los actores de poder realmente muy violenta, eventualmente", analiza en el aire de Los Mundos Posibles.
En la primera parte del debate, que duró en total tres horas, Lula centró su discurso en la defensa del medioambiente y la Amazonia. Bolsonaro fue criticado por los demás candidatos por el aumento de la deforestación durante su mandato, el avance de la inflación y el hambre.
"Brasil es un país con gran tradición sindical, pero en los últimos años el sindicalismo ha sido muy golpeado, no ha tenido ni derechos ni conquistas salariales. Esa columna vertebral del movimiento social está hoy muy débil, los partidos tradicionales de izquierda y movimientos rurales y campesinos también", explica Rivara.
Por último considera que "la amplitud electoral que llevó a Bolsonaro a la presidencia se fue desgranando, principalmente por factores económicos".
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